Se que lo que fácil viene fácil se va y que cuanto más cuesta más se valora, que aunque sea fácil o difícil conseguirlo nunca se sabe lo que uno tiene hasta que lo pierde. Que ningún tropezón es caída y que, aunque así lo sea, siempre se puede volver a empezar. Que todo es más fácil con alguien al lado pero que nada es imposible aún estando sólo. Que las casualidades no existen y que el karma siempre se encarga de todo. Que el amor es ciego y sordo pero que las personas ven y escuchan hasta lo que uno cree que no.
Que no todos son lo que aparentan o dicen ser y que la gran mayoría actúa por conveniencia. Que siempre va a haber personas que opinen sin saber acerca de temas que no se deberían meter, que uno nunca termina de conocer al otro por más años que pasen juntos, que la gente va y viene pero los recuerdos quedan, que las equivocaciones están siempre, que nadie es perfecto. Que no siempre se puede conseguir lo que uno quiere pero que todo momento tiene algo bueno para dar, y que no todos los días son perfectos pero siempre algo por sorpresa te va a tomar. Que de los errores se aprende, que de las caricias y los abrazos se vive y que hasta el que más te quiere, te lastima sin razón. Que no todo es color de rosa pero que sin los días grises los cielos azules no se valoran. Que uno no puede elegir lo que le pasa pero sí lo que le afecta. Que si algo aprendiste no se toma por error, que los peores arrepentimientos son de las cosas que no nos animamos a hacer y que cada momento, cada persona, cada lugar, cada vivencia es única e irrepetible, y acordate de no dejar pasar nunca una oportunidad porque no siempre se vuelve a dar.
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En días de lluvia como estos uno se pone a pensar, las cosas pequeñas valen más de lo que cualquiera pueda imaginar.
Porque la gota que primero te hace sentir mal y llorar, es la misma que luego te incita a correr, saltar, reír y gritar. Porque todos piensan que es fácil hablar del amor pero lo que es realmente difícil es tener el coraje de amar. Y tenemos que saber que aunque todas las rosas parezcan rojas hay que intentar volver a mirar, porque siempre hay algo nuevo que observar.
