5. ¿A Ana no le gustaba Jorge?

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Michael se quedo congelado en el marco de la puerta, con su boca abierta. Nunca había visto a Karol llorar tan fuerte como lo estaba haciendo ahora.

Se habían separado por treinta minutos, y se encontraba con esto.

Parecía que Carolina y Valentina estaban preparadas para lanzarse a golpearlo; lo miraban de una manera que le causaba escalofríos en su espalda.

Se comenzó a acercar lentamente, como si Karol estuviera hecha de cristal y fuera a romperse ante su tacto.

— ¿Karol? ¿Estás bien?— quiso golpearse mentalmente. Era obvio que la mexicana no estaba bien.

— ¿Acaso estás ciego, Michael? ¡Karol se encuentra de maravilla! ¿O acaso no vez las lágrimas en sus ojos?— preguntó sarcásticamente Valentina. Carolina río un poco, aunque sabía no debía hacerlo.

Michael sabía que había hecho un comentario estupido, pero no era para tanto. Al menos que él hubiera contribuido en esto.

Ignoro el comentario de Valentina y sigue acercándose a Karol, hasta que quedo frente a ella. Se agachó para estar a su altura.

Abrió y cerró su boca varías veces, sim saber qué decir, hasta que lo único que logró fue abrir sus brazos, ofreciéndole un abrazo a Karol. Cuando Karol lo acepto, no se sentía como todo el tiempo; se sentía extraño.

Aspiro el lindo aroma de Karol. Le encantaba el perfume que usaba. Cerró sus ojos y la apretó un poco más fuerte contra su cuerpo, intentando brindarle seguridad y confianza.

— Muy bien, ya le diste tu abrazo. Ahora quítate, tenemos cosas que hablar con ella.— hablo la rubia, otra vez utilizando ese tonito. Siempre lograba hacer sentir a Michael culpable, aunque no tuviera nada que ver con el tema.

Con duda, desenvolvió a Karol y la miro a los ojos. Solo podía ver la tristeza.

— ¿Hay algo que pueda hacer?— preguntó Michael, tomando la pequeña mano de Karol.

Valentina actuó como si pensara algo.

— Irte estaría bastante bien.

Hubieron dos pequeños, casi inaudibles golpes en la puerta. Tras de ella se encontraba Agustín, y a su lado Ruggero.

— Permiso.— dijo Agus, y se lanzó sobre Karol, haciéndola reír levemente. A Michael le dolió no haberle podido sacar una sonrisa.

— Mike, realmente agradeceríamos si puedo eras irte.— le dijo Carolina, con un poco de súplica.— Es un tema entre ella y nosotros.

— Pero yo también soy parte de este grupo.— dijo el mexicano, muy confundido.— Karol me cuenta todo. Por favor, Caro, ¡somos mejores amigos!— le dijo desesperado.— Nosotros seis contra el mundo, ¿o acaso ninguno de ustedes lo recuerda?

Todos se quedaron callados, mirándolo.

— Mike, si recordamos. Pero— comenzó Karol, pero la interrumpió.

— ¿Pero ustedes que?— hablo bruscamente, elevando su voz.— ¡¿Ustedes qué, Karol?! ¡¿Qué me están ocultando o que está pasando?!— su voz se elevaba cada vez más, haciendo sentir a la más joven del grupo peor.

— Por favor, basta...— le dijo en voz baja Karol, soltando un poco de lágrimas.

— No te preocupes, ya me voy con los que parecen que son mis amigos de verdad, los que no me ocultan cosas.

Camino hacia la puerta y cuando estuvo a punto de salir, se giró y los miro por última vez.

— Y ni intenten hablarme; sobre todo tu, Karol.

Sin más que decir, Michael Ronda salió de el camerino.

xXx

Había pasado una semana, y si pensaban que Karol no podía estar más rota, pensaban mal.

No dormía, no comía, no sonreía. Si fuera por Karol, se la pasaría en su cama, encerrada viendo videos y fotos de Michael y ella. Quería a su mamá de vuelta, pero la "Señorita Regañona", como Karol le llamaba, se encontraba en Ciudad de México, aúnque solamente le faltaban dos días para volver.

Se suponía que en el tiempo que su madre estuviera fuera, debía quedarse con Ruggero y Candelaria, sin embargo Carolina y Valentina le dijeron a la pareja que se estarían quedando en casa de Karol, haciéndole compañía y cuidando de ella.

Lo que más le dolía era como al trabajar, Michael la ignoraba por completo. Si podía, cuando Karol entraba a un cuarto donde estaba el, Michael saldría. Le dolía como ahora ni siquiera podía estar en un mismo cuarto que ella, cuando antes hasta habían dormido en la misma cama, viendo películas o simplemente hablando. Le dolía verle con Ana, besándola y abrazándola, pensando que podría ser ella.

Más que al chico que le gustaba, Karol extrañaba a Michael, su mejor amigo y cómplice. Lo quería de vuelta. Pero había algo que no le cuadraba, y hasta ahora no se había dado cuenta de ello.

¿A Ana no le gustaba Jorge?

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Tengo un examen de matemáticas en ocho horas y si no lo paso saco un seis en la materia y me castigan el iPad y no podré actualizar para ustedes. Por eso mismo les entregue una actualización doble, disfrútenla.

Rompiendo Michana. | Micharol |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora