II

813 70 1
                                    

Flashback

Renato, más que nada en chiste, se había hecho una cuenta; y empezó a vagar por esa inmensidad de categorías que ofrecía la web. "Cita a ciegas", "Cita doble", "Encuentro casual", "Sexo sin compromiso" ...

Renato mordía su labio al leer ciertos nombres. No sabía por qué, pero le causaba risa que estructuren a las personas en secciones.

Y lo ponía algo nervioso.

El castaño se sintió particularmente atraído a una sección llamada "Sugar daddy/baby" escrita en negrita, casi a lo último de la página. Clickeó allí casi por reflejo, desplegando así en la pantalla de su computadora una cantidad enorme de perfiles dispuestos a lo que el nombre proponía: tener una relación sexo-afectiva con dinero de por medio.

A Renato nunca le había llamado la atención probar cosas así; el sabía del tema porque algo había leído, pero sin embargo nunca sintió la curiosidad como para probar estar con un hombre mucho mayor que él y, aparte, que le pagara por ello. Sabía que no era igual a la prostitución, ya que había normas y pautas de por medio que servían de mediación; sabía que había límites y que todo era totalmente consensuado.

Pero nunca se lo había pensado enserio, nunca había imaginado hacer algo así... hasta que unos ojos verdes le llamaron la atención.

"Gabriel Gallicchio", mostraba la pantalla. Marcaba que tenía 35 años, que estaba soltero y que era empresario. Tiene la sonrisa más hermosa que vi en mi vida, pensó. El perfil también comentaba que le interesaba mantener una charla amena para conocer a un pibe de un rango de edad desde los 18 hasta los 21.

Era, sin dudas, un sugar daddy. Renato rió ante cómo sonaba esta idea - pero, sin volver a cuestionarse tanto, le habló.

"Hola."

"Hola, bonito."

"Emm, me llamo Renato. ¿Y vos?"

"Mucho gusto, Renato. Algo me dice que ya pudiste leer mi nombre... digo, elegiste mi perfil entre tantos. No creo que hayas mirado sólo mi cara..."

Renato enrojeció, y agradeció a la vida no tenerlo enfrente.

"Si, perdón. Soy un bobo, jajaja"

"No pasa nada, Renato. Contame, ¿cuántos años tenes?"

"Dieciocho."

Tardó unos segundos en responder.

"¿Querés que nos veamos algún día?"

Renato le sonrió a la pantalla.

"Hoy. ¿Podés?"

Fin del flashback.

sugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora