Un piso arriba, a la derecha, en la habitación del medio.
Era casi una costumbre para Kirishima tomar ese camino teniendo como punto de partida su propia habitación al menos dos o tres veces por semana. Sólo para ver a su novio, admirar la decoración japonesa tradicional y pasar tiempo con su novio.
— Eres como un jodido perro —habia comentado Bakugo cuando vio volver a Kirishima alegre, sonriente, radiante y pegado como chicle a una almohada de funda blanca perteneciente a Todoroki. Kirishima rió por lo bajo sonrojado y Bakugo rodó los ojos— si siguen cambiando de almohada entre ustedes se van a pegar los piojos
Kirishima bufo divertido.
— ¡Qué descanses tú también Blasty!
— Lo que sea
El pelirrojo entró a su habitación aún con el rostro pegado a la almohada de su novio, tropezando con unas cuantas mantas tiradas en el suelo llego a su cama, haciendo su cuerpo una bolita mientras abrazaba la almohada del medio albino.
El día no había sido el mejor, pues fue muy cargado para su gusto; con mucho esfuerzo físico y matemáticas complicadas, claro que no todo fue malo ya que pasó la mayoría del tiempo libre con su novio, luego de haber jugado videojuegos con los demás integrantes del Bakusquad.
Durmió casi al instante, sintiéndose afortunado por tener grandes amigos y un gran novio.
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Algo más tranquilo, sin mucha complicación y también de los más cortos y, al menos así lo siento yo, puros que he hecho.
