Introducción

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Hola, antes de que comiencen la lectura, quiero aclarar unos puntos: 

*Será una historia melosa, sin dramas innecesarios. Iré narrando los sucesos del presente y los mezclaré un poco con el pasado, justo como la novela original.
*Decidí incluir Omegaverse porque, bueno, me gusta y quería que esta bonita pareja disfrutara del proceso. Espero también lo disfruten. 
*Continúo leyendo la novela y soy nueva en el fandom, por eso, si tengo algún error en cuanto a los personajes, díganmelo sin miedo. ¡Siempre es bueno mejorar!
*Finalmente, no incluiré a todos los personajes en esta historia y no tengo días de actualización. Sin embargo, prometo no tardar. Estoy emocionada, así que eso me hace escribir y actualizar más rápido xD. 

.....


En el bullicio de la media noche, las miradas ebrias de los transeúntes observaban a los jóvenes que se adentraban por los iluminados callejones. Era raro que tres adolescentes con su apariencia vagaran por ahí como si buscaran algo que, por supuesto, no era solo diversión. Tal vez la curiosidad había sido tan grande, que habían terminado en el barrio menos visitado por la población; un error que les haría no volver.

Los letreros de los locales pertenecían a bares, tiendas que vendían artículos sadomasoquistas y moteles de bajo costo con títulos sugestivos y letras esclarecidas por diversos colores, resaltando con flechas mal dibujadas y epígrafes fáciles de memorizar. Todo el lugar era conocido por las prostitutas que se paraban bajo la luz de las lámparas, vistiendo mini faldas que descubrían hasta sus más profundos secretos, y portando un top que apenas tapaba lo necesario; con peinados despampanantes y tacones altos.

Sin embargo, había más. El distrito, pese a ser famoso por las mujeres que cobraban caro por sus servicios, también era popular por los antros para homosexuales. Los gays solían acudir a bailar, intercambiar copas por un acostón o buscar pareja. Era común verlos usando ropas extravagantes, maquillaje sobrecargado y enormes cejas enmarcando unas alargadas pestañas. Ellos decían que era el sitio ideal para presentarse al mundo como lo que eran: personas bellas.

—Te dije que era de mala muerte —bufó Jiang Cheng, cruzando sus brazos contra su pecho y resoplando. Como era costumbre, haber seguido a su hermano y amigo no había sido inteligente de su parte.

—T—Tengo miedo —balbuceó Wen Ning, abrazando aún más el brazo derecho del chico que lo había arrastrado hasta ahí—. ¿Y si nos vamos?

—Lo único que podría suceder es que una botella caiga en tu cabeza y te desangres en la banqueta —murmuró un Wei Ying totalmente calmado. Al parecer, solo a él le gustaban los peligros de la ciudad y no le importaba nada, más que conseguir su preciado tarro de la Sonrisa del Emperador—. Oh, pero eso sería mala suerte.

—Y trajiste a quien menos suerte tiene —refunfuñó Jiang Cheng, señalando al estudiante que temblaba como una gelatina, deseando esconderse en la camisa de Wei Wuxian.

—Oigan, ¿quieren un buen precio? —interrogó una rubia que, ajustada en un vestido sin tirantes, inflaba con los labios una bomba de chicle verde. Su cabellera incluso podía ser más larga que la prenda que portaba—. Les cobraré a precio especial por ser tan galanes —añadió, parada en una esquina. Solo la luz rojiza de una bombilla alumbraba sus despampanantes curvas.

—¿En serio? —cuestionó Wei Ying. Soltándose de su amigo, caminó hacia el extremo opuesto para encontrarse con la amable muchacha—. Señorita, ¿está usted enferma? Tiene una voz muy grave.

—Eh, ¿así que lo sabes? ¡Qué mal! —exclamó, encogiéndose de hombros. No era difícil notarlo, sus senos lucían como dos globos que habían sido hinchados en el último momento, dejándolos desproporcionados.

Nuestra vida juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora