"Cuando sólo nos separaban un par de centímetros, el timbre sonó."
"-Jeonghan, ¿has traído peppero? -preguntó Hoshi de repente.
-Sí, ¿por qué?
-¡Vamos a jugar! -propuso Hoshi. -¿Juegas, Seunghyul?
-¿Yo? No me voy a arriesgar a que mis labios toquen...
Y nuestra burbuja se rompió. Nuestros ojos, que hace un segundo miraban los labios del otro, ahora se miraban avergonzados. Él chasqueó la lengua fastidiado.
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—Voy a... abrir la puerta. –avisó cuando se apartó incómodo de mí.
—Sí, claro.
Se fue y a los segundos salí yo también de su habitación. Será mejor que me prepare mentalmente para afrontar esta noche porque todo va a ser muy raro ahora.
Me dirigí al salón y ahí estaba ya Jeonghan sentado, acompañado de Minghao aún de pie, con lo que había comprado: refrescos y comida basura.
—¿Dónde estabas? –interrogó Jeonghan cuando entré.
—En el baño. –mentí sonriendo con normalidad bajo los atentos ojos de Minghao, quien apartó su mirada cuando le miré. Me acerqué al sofá y me senté al lado de Jeonghan.
—¿Cuánto les queda a los demás? –preguntó Minghao casual.
—No sé. Pregunta por el grupo. –respondió el otro chico.
☾⋆⋆
Al rato, llegaron los que faltaban. La situación con Minghao y yo se relajó. Hicimos como que no había ocurrido nada. Fue lo mejor para que no pasar una noche tremendamente incómoda.
Todos estábamos esparcidos por el salón, algunos en el suelo, otros echados en los sofás. Y algunos estaban ya borrachos, yo incluida, aunque tampoco demasiado. Y Dino, que le habían racionado el alcohol para que no se descontrolara, pero él insistía en que no pasaba nada. Por mucho que insistiera, no iba a probar ni una gota más.
—Jeonghan, ¿has traído peppero? –preguntó Hoshi de repente. El mencionado le miró extrañado dejando su vaso en la mesa.
—Sí, ¿por qué?
—¡Vamos a jugar! –propuso Hoshi.
—Ni de coña. –se negó Wonwoo en rotundo al momento.
—Vamos, no seáis aburridos. ¿Juegas, Seunghyul? –se dirigió a mí, que estaba sentada en uno de los sofás con las piernas sobre el regazo el regazo de Minghao.
—¿Yo? No me voy a arriesgar a que mis labios toquen los de alguno de vosotros. –me negué también, obviamente sin pensar en lo que había dicho, pues hace sólo un rato estuve apunto de besar a Minghao. Mantuve la normalidad haciendo como que lo que había dicho había sido por culpa del alcohol.
