one ⁝ rain and coffee

1.6K 106 3
                                    

otra gota cayó sobre el cristal de la ventana de aquel café en el que te esperaba, la lluvia no cesaba y estaba empezando a preocuparme. la puntualidad nunca fue una de tus virtudes pero temía que la lluvia hubiera determinado por completo tu ausencia.

la campanilla de la puerta volvió a sonar, pero había sido diferente a las otras veces. con torpeza trataste de entrar por la puerta del lugar pero tu paraguas no te dejaba pasar, lo cerraste y entraste. pude ver como te acercabas luego de buscarme con la mirada, tus mejillas estaban enrojecidas por la vergüenza.

el invierno se acercaba y el viento era cada vez más fuerte a medida que el día pasaba. junto con tus mejillas tu nariz estaba rosada, pero esta lo estaba por el frío, al igual que tus manos que tuvieron que sostener el paraguas.

—perdón por llegar tarde, justo antes de salir de casa empezó a llover. —dijiste desenrollando la bufanda de tu cuello.

—a mí también me alcanzó la lluvia. tuve que correr dos calles para no empaparme, aún así mi ropa está mojada. —sonreí mientras estiraba mis brazos a mis costados, la tela de mi camisa aún se pegaba ligeramente a mi cuerpo. en el respaldo de mi asiento tenía el sweater que llevaba puesto antes de que llegaras, este también estaba un poco húmedo. cuando volví la vista a ti tenías el ceño fruncido, ya sabía lo que ibas a decir.

—¿cuántas veces tengo que decírtelo? ¿además de salir desabrigado saliste sin paraguas? ¿sabes cuántos grados hace afuera? y para colmo te vas a refriar, eres increíble.

no voy a mentirte, tenías razón pero todo lo que decías me entraba por un oído y salía por el otro, lo único que mi cerebro asimilaba era que te preocupabas por mí. no entendía cómo podía soportarme a mí mismo con pensamientos tan cursis; o cómo tú podías hacerlo, aunque no leyeras mi mente, es cierto, soy molesto hasta para mí.

no había sido mi intención salir de mi casa así, supongo que estaba tan emocionado porque por fin había reunido la confianza suficiente para decirte lo que siento, pero además de todas esas tonterías era cierto que nunca revisaba el pronóstico; para mi sorpresa ese día lo había hecho pero solamente había prestado atención a que la noche estuviera despejada y no hiciera un frío insoportable. es más, iba a llevar otra campera por las dudas pero la olvidé al apurarme a salir de casa luego de ver las primeras nubes grises en el cielo.

está bien, no tenía ninguna justificación más allá de ser bastante despistado.

—sí, lo sé, lo siento —dije com un tono de disculpa, juntando mis manos sobre la mesa y mirándolas para luego mirarte a ti—, sabes que soy distraído.

y yo sé, y estoy consciente, de que por más que te moleste no puedes enojarte conmigo por ese tipo cosas; así que entrecerraste los ojos y luego sonreíste de lado.

—está bien. ¿qué pedimos?

🍰

STARS ─ RENJUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora