Capítulo 2

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YoonGi se quedo ahí por varios minutos acariciando la cabeza del menor.
Con tan sólo ver su bonito rostro le ponía feliz, ¿qué le estaba pasando?

Él también tenía que ir a dormir, pero quería quedarse más tiempo con el castaño, decidió acostarse detrás del anterior mencionado y abrazarlo por la cintura, hasta quedarse profundamente dormido.

Pasaron varias horas hasta que YoonGi despertó de su dulce sueño.

—Mierda, mierda, mierda.

Repetía una y otra vez un YoonGi desesperado y casi gritando, por consecuencia despertando al pequeño Kim.

El mayor fue al baño a tomar una ducha rápidamente no sin antes ir a buscar la ropa que luego usaría.

Al terminar salió del baño encontrándose con un TaeHyung soñoliento y un osito entre sus abrazos, dando a YoonGi ganas de abrazarlo y no soltarle nunca.

—¿Daddy... ira a trabajar un día domingo?~

—¿Huh?

¿Un día domingo? No puede ser, miro su celular que se encontraba sobre el pequeño mueble que se encontraba a un lado de la cama. Y efectivamente, era domingo.

Cayó en la cama agotado y soltando un suspiro.

—Vamos, por favor, anímese.

Solto féliz el menor, se acerco a su hyung y le dio un pequeño beso en la mejilla, provocando un sonrojo por parte de Min.

—Arréglate, tendremos una cita.

Se levanto de la cama y salió de la habitación dejando solo al de baja estatura.

TaeHyung emocionado se levanto de su cómoda cama y fue a ducharse.
Termino y envolvió una toalla en su cintura, fue a su closet, había poca ropa, pero toda era hermosa.

Se coloco una polera color rosa, unos jeans, zapatillas blancas y un poco de perfume con olor a frutitas y fue donde su hyung.

YoonGi por su parte estaba en la mesa esperando a TaeHyung para desayunar, y mientras lo hacía pensaba en donde ir con el castaño.

El tiempo se paso volando y llegó Tae, que venía muy bien vestido y ese olor a fruta, que le encantaba.

El pequeño tomo asiento y espero a que su daddy le de la orden de empezar a comer.

—¿Qué sucede, bebé?

El menor de ambos se sonrojo ante aquel bonito apodo empezando a jugar con sus manos y tratando de hablar, pero las palabras no salían de su boca.

—Ya entiendo, come Tae, tienes mi permiso.

Kim emocionado se sentó y empezó a comer hasta que casi se ahoga con un pedazo de pan, vaya.

—¿Estás bien, TaeTae? Come con tranquilidad, no sabría que hacer si algo te pasara.

Soltó preocupado levantándose de su asiento para ir a ver como se encontraba su pequeño.

—S-Sí, estoy perfectamente, no se preocupe, daddy~

Levanto su rostro para ver el del mayor que se encontraba muy preocupado por él.

Sonrió, con esa sonrisa cuadrada que tanto amaba YoonGi, esa sonrisa que lo cautivó y que cada vez le encantaba más y más.

No se resistió y lo beso, al principio era un beso lento y tierno, pero luego se volvió salvaje. Finalmente se separaron por la falta de aire, dejando sólo un hilo de saliva como unión entre ambos.

¿Quién eres? → YoonTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora