Estaban caminando tranquilamente por la plaza, como venía siendo costumbre. Hasta que White lo miró con una sonrisa, sosteniendo su brazo a la vez que paraban su andar.
- Quiero que me llames por mí nombre, Leo.
- ¿Eh? ¿Por qué esta repentina petición, White?
La aludida hizo un puchero, tierno, a decir verdad.
- He escuchado que, en las relaciones de pareja, además de la confianza, es indispensable llamarnos por nuestros nombres.
- ¿No eso es en Japón?
- ¡Sí! Pero en vez de decirnos por nuestros nombres, nos llamamos por sobrenombres.
- Pero, White es un sobrenombre tierno... - la rubia lo miró confundida -, ¡P-Pero t-tu nombre también es lindo!
- Quiero que me llames por mi nombre... Aunque sea una vez. Por favor – lo abrazó, apoyando su mejilla en el pecho de su novio. A la vez que cerraba los ojos.
Los latidos de su corazón se aceleraron. Y eso bien lo sabía ella. Ella sabía como ponerlo nervioso, y cómo conseguir lo que quería.
Sólo algunas veces, claro.
- ... Mary – susurró el castaño. Macbeth abrió los ojos, alzando el rostro, mirándolo.
Mary. Mary. Mary.
- Dilo... Otra vez. – lo miró, con anhelo –. Otra vez, por favor.
- Mary – sus pómulos adquirieron un tono rosado, al igual que las de su novia. La diferencia era, que Watch estaba más sonrojado que Mary.
Mary sonrió.
- Gracias, Leonardo.
Leo sonrió, un poco incómodo.
- Me gusta más Leo.
- Ya – dejó de abrazarlo, para tomar su mano –. Puedes decirme White o Mary. Aun así, ambos se escuchan bien, viniendo de ti.
Leo se sonrojó aún más. Mary sólo sonrió.
White o Mary. Leo o Leonardo, ambos se querían así.
-Traumada Taisho
¿No importa si es un universo alternativo, verdad?
