Se giró, y pude ver, que era David el que estaba allí. Mi David. Se había quedado, por mi.
Me sentía mal, porque había perdido la oportunidad de su vida por mi, y eso no era lo que yo quería.
-David..-dije
-Lo siento, fui una egoísta, sólo pensé en mi, sin saber que era lo mejor para tu futuro. Yo hoy estaré aquí contigo, pero mañana, nadie lo sabe..-salió una pequeña lágrima de mi ojo derecho.
-María, no estés mal, me he quedado, pero no por mucho tiempo. Iré a Viena, la próxima semana, pero tengo una sorpresa para ti.
Me salió una sonrisa y le contesté:
-Amo tus sorpresas, y a ti también. Cuéntamelo.-
-A ver María, yo me quedo una semana más, porque la próxima semana, se irá conmigo una chica. Una chica muy guapa, preciosa.-
Mi cara se descompuso. -¿Esa era la sorpresa? Menuda sorpresa, Campeón.
-Esa era la sorpresa boba. Pero lo que no sabes, es que esa chica preciosa que se vendrá conmigo, serás tú.- sonrió.
No me lo podía creer, era tan..pf, sin palabras.. Lo besé y fuimos a mi casa.
Entramos a mi casa y grité:
-Mamá, papá, ¡VENID! Es urgente.-
Mis padres acudieron al salón con paciencia y tranquilidad.
-Que quieres decirnos hija.- contestó mi padre.
-Verás papá, David quiere que me vaya con él estos dos meses a Viena. Es la oportunidad de nuestras vidas, por favor..-
Mis padres se miraron entre ellos y dijeron:
-María, no todo es reír y cantar. A parte de que te dejemos o no ir, deberás conseguir tú el dinero para pagarte el pasaje.-
-Mamá, eso ya está pagado- dije.
-Ahora mismo no te podemos dar una respuesta. Luego en la cena lo hablamos.-
¿LA DEJARAN IR POR UN SUEÑO JUNTOS O NO?
