Y quizá nos veamos en otra vida

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¿Cómo llegué a esto? ¿Por qué pasó? Yo... Yo no pensé que las cosas iban a ser así, no puedo seguir, ya no se empezar. ¿Por qué las cosas se volvieron así? Esto no debería estar pasando, esto está mal yo... ¿Qué son estos recuerdos? ¿Qué son estas palabras? Quien es... Él... ¿Esa... Soy yo? Recuerdos...

Yo, Alice Mars, una joven de alrededor de 20 años aparentes llevaba una vida bastante común, una vida normal para una chica de mi edad, bueno... Con la peculiaridad de ser vampiresa. Mi vida no siempre había sido buena pues mis años como humana los pasé sintiéndome vacía y sola en muchos sentidos, sentía que no formaba parte de este mundo, buscando llenar aquel hueco con lo que fuera, cigarrillos, sexo, amor... Aun que no me fue muy bien en ello, pues mis parejas resultaron ser más dañinas que beneficiosas para mí. Cierto es que llegó un momento en que sencillamente no eran malas personas, algunos tan solo no terminaban de llegar a mi casi muerto corazón por lo que antes de que la relación se volviese tóxica, decidía alejarme por bien de ambos. Pensé que nunca encontraría a esa persona que llevaba tanto tiempo buscando por lo que preferí darme por vencida.

Poco tiempo después apareció un joven que, aunque al principió no me llamó la atención, poco a poco se adentró en mi vida y a menudo que lo conocía sentía que quizá ya había encontrado a dicha persona, que quizá si podría amar a alguien con todo mi corazón, sentir que era correspondida y a demás llenar dicho vacío, por lo que permití que se adentrase en mi interior, me permití ilusionarme y empezar a amar a alguien de nuevo de forma totalmente inesperada.

Él era tan diferente de lo que había conocido hasta el momento. Tez pálida, cabello oscuro, esos colmillos que parecían algo más pronunciados de lo normal, ese cuerpo delgado pero fuerte, su mente, sus heridas... Era un nuevo mundo para mí y a pesar de que no estaba planeado, comencé a enamorarme de él. No tardé en percatarme de que todo aquello era debido a su condición no humana, pues era un vampiro. Gabriel... Curioso nombre para alguien que procedía del camino contrario al cielo. Me cautivó sin darme cuenta y caí a sus pies. Comencé a amar cada parte de él y a sentir que a pesar de todas esas historia sobre vampiros, él no era una mala persona pues me cuidaba como nadie había hecho, pero... Nunca pudo darme todo su amor, siempre sentí que algo faltaba, que nunca terminaría de ser mio aquel corazón sin vida que yo intentaba hacer latir de nuevo. Pensé que no importaba, que mientras siguiera teniendo cariño por su parte estaría bien, pues si no podía tener el cien por-cien de su persona y corazón, tendría al menos sus abrazos, sus besos, caricias y la ternura que me producía ser tomada entre sus brazos, ver su rostro dormido al despertar en la mañana y sentir que quizá no estaba tan sola. Así lo pensé y me auto-convencí de ello, pues Gabriel era un buen hombre y sabía que merecía todo cuanto yo pudiera darle y hundiéndome cada vez más en dichos pensamientos así lo hice, pues decidí entregarle incluso mi vida.

Pasó un tiempo y llegó la noche que jamás olvidaría. Los "te quiero" dieron paso a besos y estos a caricias que poco a poco se convirtieron en pasión desenfrenada y salvaje. Simplemente me dejé llevar por aquella persona a la que amaba y que a pesar de su frío cuerpo, me transmitía un increíble calor. Fui guiada por sus besos, esparcidos en toda mi piel, por sus caricias que buscaban mi placer, por aquellos ojos que casi parecían querer devorarme en todos los sentidos, sencillamente me dejé llevar por el momento, por el calor de nuestros cuerpos unidos, siendo uno solo. Arqueé mi espalda, me sujeté a su cuello y lo acerqué a mí con suavidad.

-Quiero ser... Tuya completamente... A-Aah... -Me costaba hablar con aquel placer recorriendo mi cuerpo, pues los gemidos silenciaban las palabras.- La eternidad... A tu... Nnh... A tu lado...

Se detuvo un instante para mirarme fijamente a los ojos, los cuales eran de un intenso color carmesí, mostrando así su gran deseo por tomar todo de mí. Su voz, hermosa pero algo rota pronunció algunas palabras tan cerca de mi rostro que casi sentía el deseo de silenciarlas con un beso.

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⏰ Última actualización: Nov 03, 2018 ⏰

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