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En la casa de Hoseok.

—Sí, así como escuchaste Jungkook.—El nombrado se quedó pensando, sabía lo que era un castigo pero de parte de Jimin lo hizo sentir ansioso.

—¿Piensas cambiar de roles?.
—Rió Jungkook.

—¿Cuál es el problema?, siempre he querido intentarlo.

—Jimin, sabemos que te encanta gritar de placer cuando alguien te la mete. ¿me dirás que ahora ese seré yo?.

—En realidad, no estamos cambiando de roles es solo que me gustaría controlarte. Tú sigues siendo el que me la meta.
—Jimin bajó su mano hasta la parte baja de Jungkook.

—A-ah, bueno me parece bien, muestrame que quieres.

Jimin sonrió de oreja a oreja mientras dirigía al menor a su habitación.

—Siéntate.

Jungkook tragó nervioso he hizo lo que le decían, estaba descubriendo más cosas sobre Jimin, mierda le encantaba todo esto.

—Mira atentamente pero sólo eso, no hagas ni un movimiento porque sino tendré que atar tus manos, ¿me escuchaste?. —Explicó Jimin, no podía negar que se sentía nervioso. Era su primera vez haciendo un castigo de "ese tipo".

Jungkook asintió respondiendo a su pregunta.

El peliclaro se colocó en frente de él, sus manos comenzaron a subir lentamente hasta llegar a su cremallera. Sus manos no detenían su rumbo.

Jungkook se sentía sofocado, todo esto lo prendía. Los movimientos de Jimin, la forma en que lo seducía, sus delicados toques, ¿era esto un castigo? Esto era el cielo.

—¿Sabes?, me gusta cuando me toco aquí.—Jimin sonrió al ver la expresión de Jungkook, sabía lo que estaba haciendo.

Los pequeños dedos de Jimin eran cómplices de sus gemidos, tocarse a sí mismo lo complacía demasiado.

—h-hey, no tienes permitido ereccionarte.—dijo Jimin al verlo así.

—¿Cómo quieres que no lo haga cuando me incitas de esa forma?.

—Parece que no harás caso, lo estabas haciendo bien. Supongo que tendré que atarte, ¿te parece?.

Jungkook volvió a reír.

—¿De qué te ríes?, no estoy mintiendo —Daba pasos lentos hacia Jungkook hasta inclinarse a la altura de este. —¿Será que no te lo estas tomando en serio?.
—Murmuró suavemente en su oído.

El cuerpo de Jungkook comenzaba a estremecerse cada vez más.

Cuando Jimin terminó de atarlo se sentó en las piernas de este, los movimientos de su cadera sobre el miembro de Jungkook lo excitaban demasiado. Jungkook parecía sufrir, tenía ganas de tocarlo y poder metersela como siempre pero estas eran las reglas de Jimin y no durarían.

—Te estás comportando bien, mi pequeño Jung.

—Te mereces un premio.—Jimin rozó suavemente sus mejillas con sus manos y lo acercó a sus labios, ambas bocas estaban en un beso donde sus lenguas se enlazaban perfectamente.

—¿Me puedes soltar por favor?, te prometo que no me moveré.
—Intentó convencer Jungkook.

—Es una promesa.

Jimin comenzó a desatarlo, pero fue mala idea.

Jungkook lo agarró y lo acostó sobre la cama rápidamente mientras sujetaba las muñecas de jimin para impedirle salir.

—Confías fácilmente en las personas Jimin, caíste sencillamente en mi trampa.

Jimin se rió.
—Parece.

—Aquí habías dicho que te gustaba cuando te tocabas, ¿recuerdas?. —Tocó con la punta de su dedo el lugar antes dicho mientras susurraba en el oído de Jimin.

Este estrujo sus piernas, evitando tener una erección, no quería perder ante el juego.

Un gemido se hizo presente ante las sensaciones.

—H-hm, s-se siente raro.
—Jadeó.

La boca de Jungkook dejaba caricias por todo el cuerpo de Jimin.

Jungkook sonrió al escucharlo gemir de placer, ¿qué castigo era este? Ahora parecía que el que estaba siendo castigado era Jimin.

—Mira como te pones con solo tocarte, incluso tus tetillas estan duras.—Jungkook rió, le parecía bonito.

—Deja de reírte. —Jimin tapó su cara con sus manos de la vergüenza.

—Pero son lindas, me gusta como a ti. —Siguió tocando mientras observaba al mayor gemir múltiples veces.

—H-hey, se supone que yo te estaba castigando, ¿q-qué haces?.

Jimin lo giró y ahora él estaba sobre Jungkook.

—Haa Jimin, ¿no ves que yo soy el perfecto en esto?.

—Sí lo eres pero me gusta controlarte.

—No sabes lo mucho que me enciendes con esas palabras.

—¿Creés que no lo sé?, ya te siento pero no he hecho nada porque quiero.

—Oh vamos Jimin ya me castigaste, por favor de-.
—Jimin tapó su boca.

—Pero no es justo que me prohibieras comer en mi lugar favorito.—Hizo un purchero.

—Está bien cariño, puedes comer ahí pero por favor déjame colocarlo, ¿Sí?.—Tocó suavemente la mejilla de Jimin.

—Es una promesa, pero esta vez no la rompas.

—Lo que digas.—Jungkook se acercó a Jimin y lo besó.

❝ 𝕾𝖔 𝕷𝖎𝖙𝖙𝖑𝖊 𝕻𝖚𝖕𝖕𝖞 ❞ ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora