Incienso Parte 2 (Extra 119)

Primer Sueño

La mañana siguiente, Wei Wuxian extrañamente se levantó antes que Lan Wangji. Durante todo el día, ambas piernas le temblaron.

Wei Wuxian tomó el quemador de incienso perfumado y lo volteó por un rato. Lo rompió en pedazos y volvió a armarlo tal cual estaba antes, pero aun así no pudo resolver su misterio.

Se sentó en la orilla y se quedó mirando fijamente el libro. "El problema no es del incienso, debe ser que el quemador que no funciona". Esta cosa puede ser verdaderamente fea, una experiencia realmente absorbente, aun siendo empática. Su efecto es casi el mismo. "¿No fue registrado en la biblioteca de tu familia?".

Lan Wangji niega con la cabeza.

Por su gesto, verdaderamente no debía estar registrado por sus antepasados. Wei Wuxian dijo entonces: "Aunque el efecto del quemador de incienso haya pasado, será mejor guardarlo por el momento, así la gente no malentiende. Si un maestro de la refinación visita la puerta en un futuro, que venga y pregunte.

Ellos creyeron que ya había finalizado el efecto del quemador de incienso. ¿Quién se hubiera imaginado que ocurriría algo inesperado?

A media noche, Wei Wuxian y Lan Wangji, como de costumbre, fueron a dormir luego de tener relaciones en el cuarto silencioso.

Al rato, Wei Wuxian abrió los ojos y se encontró recostado bajo el árbol de magnolias en las afueras de la biblioteca.

A través de las ramas atravesaban rayos de sol, que se reflejaban en su rostro. Pestañeó y cubrió con una mano sus ojos, incorporándose lentamente hasta sentarse.

Esta vez, Lan Wangji no estaba en las cercanías.

Wei Wuxian llevó la mano derecha hasta sus labios y gritó: "Lan Zhan!"

No hubo respuesta. Reconociendo lo extraño de la situación, dijo: "Parece que el efecto del quemador de incienso no termino aun. Pero ¿dónde habrá ido Lan Zhan? ¿Seré yo el único que sigue afectado por los residuos de mana que se encontraban en el quemador?".

Frente al árbol de magnolias se encontraba un camino de piedra blanco. Un grupo de niños vestidos de blanco, pertenecientes a la secta GusuLan, pasaban con dos o tres libros. Parecía que iban a sus clases matutinas. Fueron en la dirección de Wei Wuxian, pero ninguno pareció percatarse de su presencia.

Wei Wuxian se dirigió hacia la biblioteca y le pegó un vistazo, pero Lan Wangji no se encontraba dentro. Buscó en cada rincón, sin importar si era grande o pequeño, y aun asi Lan Wangji no se encontraba dentro. Decidió entonces bajar por las escaleras y vagar sin rumbo por Cloud Recess.

Ya había pasado un rato cuando advirtió las voces de dos jóvenes susurrando. Al acercarse, notó que una de las voces le resultaba muy familiar: "Nunca se criaron animales en Cloud Recess, ésto no está en regla".

Hubo un momento de silencio. El otro joven respondió de forma seria y auténtica: "Lo se, pero.. hice una promesa, y no puedo romperla".

El corazón de Wei Wuxian dió un brinco, y éste desvió la mirada avergonzado. Quienes se encontraban hablando sobre el verde césped eran nada mas y nada menos que Lan XiChen y Lan Wangji.

El paisaje que ofrecía de la primavera llegando a su fin y la vista de las dos jades de Lan, cual inocente reflejo, vestidas ambas con ropas simples y sus mangas moviéndose al compás de una repentina ráfaga de viento, parecía salida de una pintura. En este tiempo, la apariencia de Lan Wangji era aquella de un chico en sus quince o dieciséis años, y sus cejas transmitían cierta arrogancia. La situación parecía algo problemática.