Capítulo 1: la tienda de deseos

1.7K 129 102
                                    

"Cumplimos sus deseos" decía el sospechoso panfleto que había encontrado mientras caminaba por la ciudad.

Kurapika siempre había sido escéptico acerca de este tipo de cosas, pero tenía una extraña corazonada al respecto. Tal vez se trataba de algún usuario nen. Si era así, quería conocer su habilidad, tal vez podría serle de ayuda en el futuro.

Entró en la tienda apenas iluminada con una luz tenue, había un extraño olor, tal vez incienso o alguna clase de hierba aromática. Habían estantes con cosas para magia y brujería, copas, hierbas, huesos de animales entre otras cosas. Frascos de vidrio con contenido de dudosa procedencia. Se acercó a una estantería y se encontró con un jabón, en la descripción de la caja decía que si se bañaba con aquel jabón, el dinero llegaría a su hogar. Kurapika se rió y de hecho se preguntaba qué clase de persona desperdiciaría su dinero en algo como eso y solo una persona se le vino a la mente, cierto medico que conocía.

-Definitivamente sería algo que compraría él-pensó.

Siguió caminando por la tienda, hasta llegar al mostrador y una mujer joven de cabello castaño estaba sentada leyendo una revista, tal vez su horóscopo.

Kurapika se sintió tonto por lo que estaba a punto de hacer, tal vez no era demasiado tarde para regresar de por donde vino.

-¿Qué es lo que buscas?- dijo la muchacha en el mostrador. Y Kurapika le enseñó el volante sin dar más explicaciones -ah ya veo- se dirigió a la parte de atrás de la tienda y trajo con ella un libro.

-Se cobra por adelantado. Y si no se cumple tu deseo, te devolvemos el dinero. Son 130,000 yenes - dijo la muchacha.

Kurapika sacó el paquete con dinero y se lo entregó. La muchacha sacó el dinero y lo contó con rapidez. Después le entregó el libro.

-Escribe tu nombre, y tu deseo -dijo la muchacha entregándole una pluma de cuervo y un tintero.

Kurapika comenzó a escribir: "Deseo que Kuroro Lucifer muera" pensó que si bien era una estafa, por supuesto que no se cumpliría; y en caso de ser real, bueno tendría un problema menos del qué preocuparse.

-Bien - dijo la muchacha cerrando el libro bruscamente - Ahora, dame tu mano. Kurapika se la mostró y ella la tomó -tomaré un poco de tu sangre - cortó la palma de su mano y derramó la sangre sobre el libro.

Después le entregó unas vendas con las que podría cubrir su cortada, aunque más tarde la podía curar con facilidad con su cadena de sanación -Mi abuela hará el ritual entre hoy y mañana, así que tu deseo tendrá que haberse cumplido a más tardar en 5 días. Si no sucede nada, ven a vernos para hacerte tu reembolso.

Fue todo lo que explicó y regresó a leer su revista. A Kurapika le pareció extraño todo el asunto, pero hasta ahora no había presenciado nen, ni nada por el estilo. Todo el asunto olía a estafa, tal vez no fue buena idea venir después de todo.

Los siguientes días siguieron con normalidad, lo cierto era que ni siquiera había pensado acerca de si su deseo de había hecho realidad o no. Ya lo había descartado como una estafa, así que no valía la pena pensar en ello.

Hasta que llegó el quinto día.

Kurapika regresó a su pequeño departamento en la ciudad de York, era un lugar perfecto para ocultarse de sus enemigos o eso creía.

Al abrir la puerta se encontró con un aura familiar, y una vez que sus ojos se acostumbraron a la oscura pudo apreciar fácilmente al dueño de aquel aura.

-¡Kuroro!

-Hola, mi querido kuruta, te he estado esperando- sonrió el pelinegro en la oscuridad y Kurapika ya se había puesto en posición de combate. Preparado para recibir el primer ataque por parte de su enemigo.

Not TodayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora