《11》

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-La señorita no desea que usted pase, señor Felton- dijó el guardia encargado de vigilar la entrada de la enorme casa de la castaña.

-Por favor Louis- dijó este  con un puchero.

El viejo regordete pareció pensarlo en un momento.-Bien- accedió, picándole al botón, abriéndose el portón en unos segundos.-Pero tendrá que pasar caminando-.

-¿Por qué?-

-Si la señorita ve su auto aquí afuera probablemente me despida más rápido- rodó los ojos mientras observaba a otro chico acercarse al carro.-Le puede dar a Xavier las llaves y el lo estaciona- él alzó ambas cejas.-Pero todo tiene un costo- Louis movió sus dedos, haciendo que Tom lo mirara incrédulo.-Mi trabajo va a estar en juego-

-Mi billetera está en juego- respondió indignado.

Xavier presionó el botón que hacía el  portón se cerrara, Thomas gruñó mientras alzaba ambas manos indicando paz, y el portón quedó lo mínimo de cerrarse, sacó su billetera y un billete de cien dólares para tenderselo a Xavier.

El delgaducho chico negó.-500 o nada-.

-Maldita sea- siguió él, antea de sacar otros cuatro billetes y tenderselo. El pelinegro lo aceptó sonriente y los guardó en el bolsillo de su saco. Tom abrió la puerta y le lanzó las llaves, no si antes dedicarle una mala mirada a ambos.

-¡Buena suerte Thomas!- gritó Louis.

-Que te den- gruñó en voz baja mientras caminaba  hacía el porshe.

Tom daba pasos largos mientras en su mente repetía miles de veces lo que le iba a decir, traía un discurso.

Llegó a las escaleras del recibidor, dónde pudo observar las luces encendidas de la casa de Emma, las ventanas estaban abiertas, por lo que se acercó a observar detrás de ellas, sólo era Alex, sentado en el sofá comiendo frituras, el chico tocó la ventana y el hermano de Emma se giró a verlo.

-No está, fué a correr- dijo antes de seguir viendo la tele.-¿Quieres pasar? No tarda en llegar.

-Aquí la espero- fué a sentarse al pórtico, sacando su celular.

***Tom, en línea***

***Tom, escribiendo***

Tom: ¿Estás en tú casa?

***Em❤, en línea***

***Em❤, escribiendo***

Emma: No y no te importa dónde esté.

Tom: Tranquila fiera, sólo quiero saludar.

Emma: Tus saludos me vienen importando una patata.

Tom: 😱😱😱😱😱😱

****Visto****

Unos pasos llamaron su atención, y era Emma quien al verlo se quitó los audifonos, respirando entrecortadamente.

-¿Quién te dejo pasar?-

-Me brinqué la barda-

-Está electrificada-

-Para Thomas Felton no hay imposibles- soltó arrogante, ocasionando que Emma soltara una carcajada.

-Eres un idiota- La castaña lo rodeó, más la mano de Tom en su cintura la hizo girar bruscamente, Emma pegó sus manos en su pecho, sus narices rozaban y la respiración de ambos chicos comenzo a acelerarse.-Regresa con Jade y déjame tranquila-.

-Dame una razón para volver con Jade- respondió Tom, mientras acariciaba su mejilla.-O mejor aún- Emma bajó la mirada.-Dame una razón para no besarte ahora mismo-.

-Denme una razón para vomitar en estos momentos- interrumpió Alex, simulando arcadas, mientras se paraba detrás de ellos con los brazos cruzados.

Emma se separó de él rapidamente; apresurándose a pararse a lado de su hermano.

-Vete Alex- habló Tom.

-No, quédate- dijo su hermana mientras le tomaba la mano, obligándole a quedarse.-Tom y yo no tenemos nada de que hablar-.

-Te amo-.

El corazón de Emma se detuvo por uno segundos.-No seas orgullosa Emma, perdóname-.

-Lo pensaré- soltó borde antes de arrastrar a su hermano  con ella, cerrando este la puerta.

Tom sonnrió y desbloqueó su celular, para teclear rápidamente.

***Tom, escribiendo***

Tom: Lo tomaré como un "Te amo Tom"

Emma: ¿Por qué no lo tomas cómo un "Vete de mi vida"?😒😒😒

Tom: Porque sé que a pesar de todo quieres que siga formando parte de ella, de la misma forma que tú de la mía.

Emma: ¿Ahora eres un romántico?

Tom: Por tí baby, sería Batman😈

***Em❤, escribiendo***

Emma: Eres un idiota😂😂

***Emma se ha desconectado***

Tom le sonrió a la pantalla y alzó la vista mirando la casa de Emma delante de él.

La castaña se asomó por la ventana, al verlo rodó los ojos mientras sonreía y cerró la cortina.

Al menos Emma ya no estaba tan enojada.

Había valido la pena perder 500 dólares.

Había valido la pena perder 500 dólares

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