I wonder if your shape could be melt with mine - Albalia

Hogar dulce hogar - III

*Narra Alba*

Era muy tarde y seguía lloviendo así que decidí de preguntar a Natalia que le apetecia hacer.

Albi: Nat... sigue lloviendo y es tarde, ¿Quieres quedarte a dormir?
Nat: Claro, ¿me dejas un pijama o no hace falta?

En ese momento me sonrojé tanto que asentí con la cabeza y me fuí a buscar el pijama para que estuviese cómoda sin mirarle. Sentí una risa muy adorable al girarme en dirección a la habitación.

Nat: Estás adorable sonrojada, ¿lo sabías?
Alba: Tu lo estás siempre, ¿lo sabías? - dijo gritando des de su habitación -
Nat: Los vecinos te van a oír Albi, no grites tanto y menos esa mentira...
Albi: Mis vecinos deben saber que dormiré con la persona más preciosa y adorable de Madrid ¿no?

En ese momento vi a Natalia en frente de mi, ese vestido que le había dejado le quedaba de muerte. Se acercó a mi y me cogió de la cintura para subirme a su cuello y poder rodearla con las piernas.

Nat: Entonces si le permites a la persona más adorable y preciosa de Madrid que te bese esta deseando hac...

Antes de que Natalia pudiera terminar la frase me lanzé a sus labios sin pensarlo, le besé con todo el amor que tenía acomulado dentro de mi.

*Narra Natalia*

Le seguí sin pensarmelo y al cabo de un momento me separé de sus labios y lo saqué todo.

Nat: No sé que me gustó de ti pero necesito que siga haciéndolo, quizás fue tú sonrísa, o como me trataste esos minutos... No tengo la menor idea, pero porfavor déjame que esto dure, me encantas Albi.

Ví como alba se sonrojaba y se escondía en mi cuello por la vergüenza. Pensé que le podría haber molestado pero cuando levantó la cabeza me dí cuenta que no, tenía una sonrísa de oreja a oreja.

Albi: Eres perfecta Natalia Lacunza lo sabes ¿no?
Nat: Tú más bebé Reche.

Sabía que a Alba le gustaba mucho más su apellido que su nombre así que le llamaba Albi o bebé Reche. Me besó lentamente, no quería que terminase ese beso, jamás.
Alba se inclinó para que me cayese en el sofá con ella encima, y ese beso tierno se convirtió en uno más apasionado con besos en el cuello.
Que bien esto de ser torpe a veces...

- Sonó el timbre y las dos se miraron ya que era de noche y no esperaban a nadie -