LOS DESEOS DE LA OSCURIDAD

DESEO

El castaño miraba a su pareja.

El de mayor altura comía unas tostadas con mermelada.

-¿Desde cuándo te gusta la mermelada de fresa?-Le preguntó para luego beber un poco de té.

-No se... Me gusta ahora...-le sonrió.

-Bueno...-Terminó de beber su té y se fue a la cocina-Mmh...-tocó su abdomen.

Se sintió raro.

Un revoltijo extraño.

De la nada sintió náuseas, comenzó a correr hacia el baño, abrió la tapa del wc y comenzó a vomitar.

-Eren...-Jean se acercó preocupado-¿Que pasa...?-le sobaba la espalda.

-J-jean...-Lo miró-Solo....solo comí tostadas...-

-Tranquilo...-Tomó papel higiénico y le limpió la boca-Tranquilo... Tal vez te hizo mal...-

-Si... Tal vez...-sobaba su abdomen.

El castaño se limpió la boca, para quitar el sabor fuerte del vómito.

Después de unos minutos después, Jean se despidió y salio de la casa para el trabajo.

Eren se quedó en la casa, ya que decidió descansar.

-Bueno...-Suspiro-Voy a hacer el aseo...-susurro.

No quería quedarse sin hacer nada.

Limpió la habitación que comparte con su pareja, el baño, las habitaciones del segundo piso, la cocina.

-Ufff...-Se quedó recostado en un sofá-Eso fue mucho...-susurro.

Su vista se fue hacia la biblioteca.

Frunció levemente el ceño, ya que los libros no estaban ordenados por nombre.

Se acercó para ordenarlos.

-...-Sintió como si alguien deslizara su mano por la espalda-¡Aah!-Giro y puso su espalda contra la biblioteca.

Miraba hacia todos lados, con miedo.

-¿Eh?-Miró hacia abajo.

Pequeñas pelusas se deslizaban por el piso, desde debajo del mueble de la biblioteca.

Como si hubiera una corriente de aire.

Frunció el ceño y se agachó para mirar.

-¿Que mierdas...?-susurro.

Se veía una luz rojiza a través de la puerta del sótano.

No sabía que pasaba.

Fruncio sus labios, tomo un libro y se fue al sofá para recostarse para comenzar a leer.

Mientras leía, sentía ruidos en el segundo piso.

Pero decidió no darle importancia, solo ignorar.

Sus ojos comenzaron a pesar y los cerró.

El libro que estaba en sus manos cayó al piso.

-¡Haa!-Se sorprendió por el ruido producido por la caída del libro-idiota...-susurro.

Pero nuevamente sintió ese dolor de estómago.

Se puso de pie y fue al baño corriendo y vomitó.

Le ardía la garganta.

Se quedó sentado en el piso del baño y sin querer, se quedó dormido.

-Eren...-

Escuchó su nombre de una voz grave y desconocida.

Quería abrir sus ojos, pero no podía.

Sintió un fuerte olor a descomposición.

-Eren... Te amo... Eres mío....-

Sentía una fuerte presencia sobre su cuerpo.

Su camiseta se elevaba, unas manos frías en su abdomen.

-Je...-una pequeña risa grave.

-¡Haaaa!-Sintió un fuerte dolor y abrió sus ojos.

Ya estaba oscureciendo.

Estaba solo en el baño y su camiseta en su lugar.

Se puso de pie y salió del baño.

Ya estaba molesto de todo eso.

Se quedó en la sala de estar para esperar a su pareja.

Cuando Jean llegó, Eren le contó todo lo que pasó.

Jean solo le dijo que tal vez tenía problemas para el sueño.

Insomnio.

Y que por eso tenía pesadillas.

Eren le dió la razón.

Al otro día fueron al médico, por los síntomas que tenía el castaño.

-Bueno... Le vamos a sacar un poco de sangre...-Decia el medico- así le vamos a realizar unos exámenes... Y pronto tendrá los resultados...-

-si...-

Le sacaron sangre al castaño y regresaron a casa.

Eren no quería estar solo, así que durante la noche abrazo a Jean y tapo su cuerpo en su totalidad.

Esa noche no tuvo pesadillas.

-Por lo que vimos...-El médico le sonrió-esta embarazado...-

-¿Eh?-Eren lo miraba confundido-pero....-

-Que felicidad, Eren...-Jean sonrió y lo abrazó-Seremos padres, amor...-le besó los labios.

Eren estaba confundido, pero al ver a Jean felíz, así que no le importó mucho.

Eren estaba a gusto.

Le dieron unos cuantos medicamentos y cosas naturales y pudo dormir muy bien.

No tenía pesadillas, no tenía dolores, sin sensaciones.

Solo dormir tranquilamente.

El tiempo pasó rápido.

Su abdomen ya estaba abultado.

Sus familiares alegres por la pronta llegada de un nuevo miembro a la familia.

-Marion...-dijo el castaño-Es un nombre francés...-Miraba ropa de bebé-Es de tu origen...-Miró a Jean.

-Si... Me agrada...-Sonrió levemente-me encanta que sea una niña...-le besó la mejilla.

-Je...-Sonrió.

Eren no podía hacer muchas cosas sin ayuda.

Ya tenía cerca de nueve meses de embarazo.

Estaba feliz con su familia.

-Siempre eh querido formar una familia contigo...-susurro Jean.

-Yo también...-Eren lo abrazó.

Dormía junto a su pareja, en la oscura noche.