LOS DESEOS DE LA OSCURIDAD

OSCURO

-Esto es lo último...-un joven de cabello castaño llevaba una caja y la dejó en el piso.

-Bien...-Otro joven se acercó-Si, ya está todo...-Sonrió.

-Jean...-Sonrió-Esta es nuestra nueva casa...-Miró a los alrededores-le falta un poco de mantención... pero es perfecta-

-Si...-Jean dejó sus manos en la cintura del castaño y lo acercó a su cuerpo- nuestro hogar...-le besó la mejilla- aquí será nuestro hogar... Eren...-

Eren lo abrazó y le besó los labios, para luego separarse e ir por cosas para realizar el aseo de la gran casa que sería su hogar.

-Hay que hacer el aseo, amor...-Tenia una escoba en la mano-Vamos... Vamos...-empujo a Jean.

-Si...si...-Sonrió y comenzó a hacer el aseo junto a su pareja.

Estaban juntos desde el primer año de secundaría, se conocían desde el preescolar, pero se llevaban mal, hasta que se dieron cuenta que sentían algo.

Eren era un chico normal, pero con una condición especial descubrió en su adolescencia.

Es un Doncel.

-¡Jean!-Llamó el castaño un poco preocupado.

-¿Que pasa?-Se acercó.

-Mira...-Apunto.

En la casa había una puerta vieja, al parecer era la puerta para bajar al sótano.

-Tenemos sótano...-Sonrió Jean-Eso es bueno...-Miró al castaño-Y yo que pensaba tener que guardas todo en la cochera o en el ático...-

-Si...-Sonrió también-Genial...-

El más alto intentó abrir la puerta, pero no podía.

Parecía ser bastante vieja, pero muy fuerte.

-Tal vez es de roble... O Quebracho...-vio la cerradura-No hay ninguna llave igual...-Suspiro-tendremos que llamar a alguien que nos ayude con esto...-

-Si... Vamos a ordenar lo demás...-Eren se alejó- vamos a tener que guardar todo en la cochera y el ático...-

-Si...-Siguio al castaño.

Entre los dos intentaron ordenar y guardar lo que más podían en ese día.

Al anochecer, pidieron comida rápida a despacho y comieron en el piso, entre risas, besos y caricias.

Durmieron juntos en el piso, con un saco de dormir.

Era su primera noche en esa casa y aún les faltaba armar la cama, ubicar los muebles y ver sobre los tapizados, los adornos, cuadros, y otras cosas más.

-Mmh...-El castaño se removía incómodo.

Abrió sus ojos, intento mover su cuerpo, pero no podía.

Sus ojos trataron de mirar a su pareja, pero este estaba absolutamente dormido.

Desvió su mirada a otro lugar.

La puerta vieja del sótano.

Estaba abierta.

Su respiración estaba alterandose, no entendía que pasaba.

Se suponía que no podía abrirse.

-Mmh...-Sus manos estaban en forma de puños, sus labios apretados entre sí, sus ojos bien abiertos.

Su pecho subía y bajaba rápidamente por su respiración agitada.

Vio como algo salía de la puerta, una niebla obscura.