ÚNICO.

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Lo último que escuché cuando colgué la llamada, fueron los gritos de Chaeyoung y Taehyung diciéndome que estaba loco, que regresara a casa y no hiciera ninguna estupidez.

Era tarde.

Ya estaba a una cuadra del bar más peligroso de toda la ciudad, vistiendo ropa que mi lado racional nunca usaría.

Limpié mis lágrimas y sorbí por la nariz.

Ya no podía con todo, mi cuerpo necesitaba desahogarse. Necesitaba un escape de mi vida diaria. Necesitaba un escape de mí mismo.

Entré, percibiendo las miradas que me taladraban la espalda cuando empecé a caminar hasta la barra, donde la gran variedad de alcohol esperaba ser consumido.

—¿Qué vas a tomar? —me preguntó la chica desaliñada detrás de la barra mientras limpiaba un vaso de vidrio con un trapo.

—Lo más fuerte que tengas. —dije, tratando de sonreír, pero sabía que en mi cara sólo había una mueca extraña.

Ella reventó la burbuja de goma de mascar que hizo y se marchó, buscando entre la estantería.

Fue entonces que una chica de cabellera rubia se sentó a mi lado, llevaba un vestido corto y pegado color negro, más una chaqueta de cuero y un gorro negro, igualmente que su imitación de tenis.

Otro chico la atendió, pidió un tequila y se puso a checar su teléfono distraídamente.

La chica grosera me dejó un vaso lleno de un líquido color café oscuro, casi negro. Le di un largo trago, hasta que quedó poco menos de la mitad.

La rubia silbó. —Buena resistencia.

Me limpié la boca con el dorso de la mano. —Es la primera vez que tomo.

—Lo suponía. No se ve que eres de por aquí. Soy Hyuna. —me extendió su pálida mano, la cual no tardé en tomar y estrechar.

Una corriente de energía me recorrió la espina dorsal cuando sentí su toque. Ella lucía demasiado relajada.

—Park Jimin.

—Bueno, Jimin, conozco algo que te hará sentir mejor que un trago. ¿Puedes esperarme unos minutos?

Yo sabía a qué se refería.

Pero no pude negarme.

—No me moveré de aquí.

Sonrió, mostrando sus dientes blancos y perfectos. —Genial. Ya vuelvo.

Bebió su tequila de golpe y salió corriendo junto con un chico igualmente rubio.

Suspiré y bebí lo que quedaba de mi trago.

Volví a llamar a la chica para que lo rellenara y sólo me quedó esperar a Hyuna e ignorar las llamadas de mis amigos.

Y cuando al fin llegó, fue tan fácil decirle adiós a mis problemas por unas cuantas horas al momento de fumar la primera calada del cigarrillo con marihuana.

Dejar de fingir ser el chico perfecto a vista de mis padres, de ser un modelo a seguir para mis hermanos, simplemente liberar la bestia fiestera y alocada que albergaba dentro de mi.

Porque a pesar de que me arrepentí a la mañana siguiente, lo volví a hacer.

Y lo hice una vez más.

Y otra.

Y otra.

Y otra

Y otra hasta que me volví un adicto a la marihuana y cocaína.

毒品 ; DON'T ♧ YOONMIN (윤민)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora