capítulo 3

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Estaba muy nervioso caminando al lado de Ryo, la verdad me gusta mucho y aunque ni siquiera lo conozco ya sé que es un amor no correspondido ya que alguien tan lindo no podria fijarse en un chico tan corriente como yo... algo me distrajo de mis pensamientos, era la calida mano de Ryo sobre la mia, sentí que me iba a desmayar, mis piernas temblaban ¿cómo era posible que con solo tocar mi mano me pusiera en ese estado?, el me miró fijamente y tomó mi cara en sus manos... por un momento pensé que iba a besarme pero no lo hizo, bueno soñar es gratis ¿no? el me observó y luego dijo *tus ojos son realmente hermosos* a lo que yo respondí -claro que no, son tan normales como cuaquier par de ojos -  el me contradijo *el color de tus ojos es muy peculiar* pues sí la verdad heredé los ojos de mi padre, el los tenía color violeta pero un tono más claro que los míos, seguimos caminando y me encontré con Atsuke este comenzó a insultarme, luego se acercó para darme un empujón y un golpe en la cara, el dolor del golpe se volvió insoportable, Ryo lo alejó de mí antes de que volviera a golpearme y luego le dió una patada en el estomago provocando que callera al suelo por el impacto,  le dí las gracias y salí corriendo hacia el baño.

Ya habían tocado para regresar a clases pero yo seguía ahí escondido o mas bien refugiado en el baño llorando como un niño pequeño,  mi cabeza ya dolía por tanto llorar así que decidí levantarme del piso, lavé mi cara  y decidido regrese al salón,  golpee la puerta y el profesor me dijo que pasara, pase en frente de él y me miró horrorizado al ver los moretones que dejo el golpe de Atsuke, el profe me preguntó si acaso me encontraba bien y yo respondí que si, cuando iba a mi puesto Atsuke me lanzo una bola de papel y al tratar de esquivarla me caí, ahh! ya tenía que apatecer el torpe Takabayashi, la clase entera se reía de mi a excepción de Ryo quien me ayudó a levantarme, y a llegar hasta mi asiento ya que estba bastante mareado por el golpe de Atsuke y la caída de recién

Me senté en mi puesto y me puse los audifonos, me recosté sobre mis brazos y sentí como Ryo acariciaba mi cabello, se sentia tan bien y de repente pasó, las lagrimas comenzaron a salir solas por mis ojos no se si era por el dolor físico de los golpes o por el dolor psicológico de tener un amor no correspondido, Ryo me levantó la cara y secó mis lagrimas con su pañuelo, qué acaso no se da cuenta de lo que siento por él? y que sea tan tierno realmente me hace mucho daño, después de que me calmé un poco Ryo extendió sus brazos, se acercó a mí y me dió un cálido abrazo ahí fue donde me perdí, donde sentía que nada ni nadie me podía dañar, en sus cálidos brazos.

Estúpido corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora