Capitulo 11

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Una de las lecciones más importantes y de las principales que te enseñaba el Instituto, desde el inicio del programa, es a poder controlar los nervios.

Normalmente todos los estudiantes lo mostraban en un principio, pero con el paso del tiempo, sabias que era algo que tenías reprimir tarde o temprano.

Mejor temprano que tarde.

Nadie iba a esperar demasiado tiempo a que te acoplaras.

Los nervios podían jugar en tu contra.

A veces te hacían torpe, en otras de distraído, lento llegando al límite de decir cosas sin sentido.

A cada quien me afecta diferente.

En mi caso, era un pequeño temblor, que me daba en la mano, se movía más de los normal en un principio no podía controlarlo, pero habia aprendido a suavizado un poco.

Ahora, me vendría muy bien alguna de esas clases, fue como si volviera a empezar y ese movimiento amanezara con querer salir.

Evan caminaba hacia mi de los más tranquilo, yo por otro lado trataba de verme igual...trataba.

Puse mi mano en cima de la otra, con algo de discreción, para que no se notará demasiado.

No entendía mi nerviosismo, yo podia con esto ¿ por que me comportaba así? Inspire un par de veces mientras calentaba y me repetía.

No estás nerviosa

No estás nerviosa

Esto es ridículo, como un simple combate puedo ponerme así, no es mi primera vez en esto, solo tenía que calmarme y me concentrarme, eso es todo, tenía que dejar de comportarme de esta manera.

El tic habia disminuido

Evan ya se encontraba en la otra esquina, esperando la orden para empezar, el señor Kindri bajo de la plataforma y se situó un poco más lejos, en el lugar asignado para los maestros.

Este asintió en forma de respuesta y empezamos.

Alce mis manos en posición de combate y el hizo lo mismo, varias técnicas se desplazaban en mi cabeza, intentando saber cuál era la adecuada para esta situación, ninguna de ellas me convencía, decidí arriesgarme y tirar el primer golpe.

Mala idea.

El lo habia hecho primero.

Me regañe internamente, por segunda vez me había desconcertado, no vi venir el golpe y dolió.

Dolió demasiado

Me golpeó en la mejilla pero sentí las consecuencias en la cabeza, el dolor era muy agudo y el mareo no ayudaba, después de unos segundos, ese dolor se esparcio por toda la cara, no tardó mucho cuando un líquido se escurrio por mi nariz, con la mano algo temblorosa cubri mi mano en esa zona, me limpie un poco y la mire.

Gotas de sangre estaban en mi mano

Voltee hacia al frente donde Evan se encontraba observando mi mano, con los ojos desorbitados me descubrió mirándolo y miro hacia otro lado volviendo a su posición inicial.

Nadie decía nada, el ruido de alrrededor se habia esfumado

Tal vez el momento de euforia me ayudó a sacar es valentía en mi, no tenia ni la menor idea de lo que haría por lo que solo actúe.

Me dirigí a el de forma rápido y estrelle mi puño hacia su cara, fácilmente atrapó mi mano y me miro.

Sonreí

Una de las pocas veces que lo hacia y valdría la pena.

Con mi mano disponible le propine un buen golpe en el estómago, reaccionó soltado mi brazo, volví a golpearlo ahí pero con más fuerza, el estaba algo encorbado, no deje que reaccionará y tire un puñetazo hacia su cara, gire y lanze una patada con dirección a su costado, reprimio el golpe pero eso no me detuvo, golpee su barbilla y nuevamente su estómago, no alcance a realizar el siguiente movimiento por que tomó mi brazo y empujó mi hombro hasta chocar con el piso, se posicionó encima de mi, cada una de sus piernas estaban alado de mi cadera y sus manos aferraban a cada lado de mi cabeza mis muñecas, intente removerme pero el hizo más presión hacia mi.

El instituto ErwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora