"Despierta esta noche
con la soledad,
No puedo mantenerme
de anhelar
para la hermosa luna".Escucho su voz, es tan clara como el agua, recita algunos versos mientras se acerca agilmente, como si estuviera acechando su próxima presa, sus ojos color ámbar no se apartan de mi como si fueses a desaparecer en cualquier momento, me taladran hasta lo más profundo buscado algo que no puedo comprender, estira su mano para acariciar mi mejilla, al sentir su calor no lo pienso dos veces y me pegó a el como si fuese un imán, mis manos los buscan desesperadamente y por primera vez siento miedo, miedo de perder su calidez, me toma en sus brazos y posa sus labios en mí odio haciéndome cerrar los ojos ante tal maravilloso tacto.
-Selene, mi hermosa Selene, mi esposa, mía - Acaricia mi rostro y me atrae hacia él pegando sus labios a los míos, siento una explosión en mi interior y mil mariposas revoloteando por todo mi estómago, mis piernas se vuelven gelatina, si no estuviese en sus brazos probablemente estaría desmayada.- Regresa a mi Selene.