Citrusville no es una de las comunidades más modernas. Como la mayoría de las ciudades ha visto mejores días, en el ciclo de la prosperidad y depresión, depresión como la que está pasando por ahora.
Tener un nuevo comienzo es difícil en lugares como Citrusville, pues es uno de esos pueblos donde el registro social es breve aunque de reglas absolutas. No es el tipo de lugar en el cual podrías tener un nuevo comienzo, un trabajo o cualquiera de ese tipo de cosas. Es uno de esos pueblos donde la posición es una carta que te abre puertas, donde nadie puede aspirar a comprar algo tan grande como un terreno decente o un hogar confortablemente hermoso.
...
Ella paseaba por las calles de ese pueblo, una chica de ojos verdes, cabello negro y vestuario retro con una mochila de excursión en su espalda. Seguramente buscando una nueva aventura o en su ignorancia un empleo. Su nombre es Hope y siendo honestos, ella quien se detuvo al lado de un jardín para cortar una hermosa y frondosa rosa escarlata solo para inhalar su particular olor; tiene más cordura que cualquiera en este pueblo: Una flor plantada en tierra alienígena luchando por encontrar un lugar seguro en la luz del día.
―Desobediencia por todas partes. Esta rosa está alejada de los confines que le había ya dictaminado. ―dijo con un tono de prepotencia y molestia el dueño de dicho jardín―. Deberás pagar el precio. Todas las cosas deben conocer cuál es su lugar―. Finalizó acercándose a Hope.
―Tiene mordeduras de insectos, infestan todas sus rosas. Debería llegar muy temprano por las mañanas o en las noches mientras duermen y sacarlas de aquí―. Respondió Hope sin prestar atención al enojo de tan prepotente señor.
Hope estaba por alejarse del jardín de aquel señor cuando el sujeto la detuvo tomándole del brazo preguntándole con curiosidad si sabía cómo matar la plaga que devoraba sus rosas. La respuesta salió de su boca casi instantáneamente al igual que su contrato como protectora de aquel jardín de abundantes rosas.
―Arroje una cubeta de agua con jabón o rocía aceite. Tal vez podría conseguir un gato, ajo y geranios... aunque tendría que sacarlos de las ramas primero, señor―. Contestó Hope, para su dicha, la respuesta de la suerte.
― ¡Entonces comencemos! ―Replicó el anciano―.
Inició entonces la educación de aquella chica. Un curso avanzado sobre la familia Deflyte, no sólo la historia de cada pieza decorativa en aquella casa sino de cada enorme lugar y hábitat dentro de ella. La joven Hope con entusiasmo comenzó los preparativos del jardín donde el pasar de las horas hizo oscurecer aquella soleada tarde. Sus labores la mantendrían ocupada arrancando uno a uno los hambrientos insectos de su víctima escarlata.
A pesar de lo diligente que pudiera ser con su trabajo, incluso hasta la joven chica se vio atraída por la curiosidad ese mismo día por la noche. Un evento en particular llamó su atención más que cualquier cosa en aquella casa, una reunión para cenar se estaba llevando a cabo en el hogar de los Deflyte con la elite de Citrusville.
« ¿Qué clase de delicadezas podrían degustar estas personas?» Pensaba Hope, « ¿Qué clase de bocadillos de alta cocina comerían estos distinguidos señores y señoras? Quizá hasta queden sobras que podría tomar cuando se retiren todos»
―Buena gente, damas y caballeros de Citrusville. Herederos de este pedazo de basura edificado sobre tierra y mugre. Orgullosos descendientes y herederos de los padres de los padres de sus padres: les ofrezco lo que nadie más en esta Tierra podrá ofrecerles―. Escuchaba decir al señor Deflyte a través de la parte delantera de la ventana en la cual se ocultaba.
―Esta noche cenaremos como siempre el platillo más placentero que nuestros paladares podrían degustar. ¡El espíritu de nuestro más grande enemigo! ―Dijo Deflyte descubriendo el gran domo de plata que cubría la cena sorpresa. Un platillo que haría saltar y alejarse de horror a la joven Hope.
El mismísimo Man-Thing se encontraba posando inerte e inconsciente en ese enorme plato rodeado de vegetales jugosos y de gran color.
―La bestia sigue viviendo. Sigue regenerándose para alimentar nuestro odio noche tras noche. Sigue buscando al pantano que es su sustento. Pero no duden amigos, la criatura aún puede despertar y perderíamos el control que poseemos ahora sobre el pantano. ―Continuó Deflyte―. Pronto lo habremos consumido y, tal como les prometí cuando lo encontré enfermo y herido por los líquidos vertidos por nuestra fábrica, el pantano se retirará y el orden gobernará para nosotros controlarlo todo. ¡Coman, Coman! ―Exclamó mientras sus invitados devoraban gustosa y grotescamente las extremidades de la bestia. Lo disfrutaban bocado tras bocado―.
...
La mañana siguiente aunque le hubiese gustado salir corriendo, aunque le hubiese gustado alejarse de esa escena de terror, Hope era una criatura atrapada. Atrapada por el hambre y la desesperación. Continuó trabajando, cegándose noche tras noche hacia aquello que le abominaba ver. Incluso un trabajo con poca paga puede darle un poco de esperanza a una mujer joven, pero hay límites que un alma gentil puede soportar.
Hope sabía que debía irse pero no sin antes calmar sus penas y redimir su falta de atención al problema. Debía honrar a aquellos que se quedan atrás. Honrar a aquellos que deben valerse por sí mismos.
Man-Thing es una criatura misteriosa. Seguía viviendo gracias al hedor imperceptible del pantano que débilmente llegaba hasta aquella casa. Un simple toque a su follaje natal podría hacerle volver a la vida, servirle como un súper regenerador eficaz. A pesar que poseía ojos profundamente rojos, lo cubría una espesa capa de hierba mala, ramas y lodo, era un ser vivo. Tal vez incomprendido, pero lejos de sus sentimientos o forma de vida... Sufría a manos de personas egoístas y despreciables.
Una noche mientras todos dormían dispersos en el comedor tras gran festín proporcionado por el cuerpo inerte de la criatura, Hope decidió acabar con esas noches de tortura a sus sentidos y tortura a aquella cosa. Colocó tres flores provenientes del exterior al lado de aquel ser. Ramas provenientes de su cuerpo empezaron a acercarse débilmente y fue un tónico para él, un regenerador eficaz. Hope abandonó aquel empleo y Citrusville con un mensaje claro, un mensaje que le serviría en sus momentos oscuros y afianzaría su bondad con los necesitados.
Aquella criatura a pesar de no poseer un corazón propio era capaz de percibir los sentimientos de los seres a su alrededor. La ternura y el amor eran un elixir que le llenaban de vida pero el miedo por otra parte, causaba un severo dolor en él. Un dolor tan abrazador que le hace defenderse excretando una reacción química contra aquellos que temen, un ácido altamente corrosivo.
En aquel comedor todos fueron sorprendidos con guardia baja por el monstruo del que se alimentaban, aquella criatura cuyo hogar contaminaban con desechos provenientes de sus fábricas. Aterrados al verlo y digerir la realidad bastó un toque del Man-Thing para que sus pieles comenzaran a abrirse y sus órganos hirvieran dentro de sus cuerpos, los intestinos cuya longitud es más grande comenzaron a salirse de sus abdómenes burbujeando y reventando venas que hacían ríos de sangre, sus cerebros se inflaban y desorbitaban sus ojos haciéndoles saltar de sus cuencas seguido de un vómito y llanto de sangre espesa y caliente. Aquellos que sienten temor, mueren quemados con el simple toque del Man-Thing.
Basado en el cómic "Legion of Monsters: Man-Thing #1. One Shot (2007)" Por Charlie Huston.
YOU ARE READING
HISTORIAS DE MAN-THING
HorrorAliens y monstruos, las criaturas más interesantes en cuentos, historias o relatos. Perfectos para leer en una tarde lluviosa o quizá una noche donde solo esperas que lo paranormal fluya. En este nuevo sello de STRIKE'S Tales sé partícipe de clásica...