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Hay un monstruo

viviendo debajo de mi cama,

pero no es de esos

que te asustan

no es de esos

de los que hay que preocuparse,

él es un monstruo pequeño

e indefenso.

Hay un monstruo

viviendo debajo de mi cama.

Creció un poco

desde la primera vez que lo ví,

pero

no es para tanto.

Hay un monstruo

viviendo debajo de mi cama.

sigue creciendo

poco a poco,

y aunque me asusté

sigue siendo mi compañía

en las noches frías

de desvelo.

Hay un monstruo

viviendo debajo de mi cama.

Y estoy harta

de verlo debajo de mi cama.

Así que lo quiero ahuyentar.

Pero no se va,

me amenaza,

y me señala.

Entonces lo dejo donde está

para no seguir renegando.

Hay un monstruo

viviendo debajo de mi cama

y mamá murió.

Hay un monstruo

viviendo debajo de mi cama.

Tan grande.

Tan grande como un tigre.

Tan grande como un oso.

Tan grande

que ya no entra debajo de mi cama.

Tan grande

que ya ni siquiera

entra en la habitación.

Tan grande,

que me envuelve en sus brazos oscuros

a las tres de la mañana,

cuando el insomnio me desvela

y miramos juntos

telenovelas viejas de televisión por cable.

Y lloramos,

porque no podemos hacer otra cosa.

Pero nos tenemos

la una a la otra

y ya no nos podremos

separar.

Mamá,

me convertí en el monstruo.

Yo soy el monstruo

que vive debajo de mi cama.


mis poemasWhere stories live. Discover now