el mejor susto ❀ yoontaekook [ #halloween ] ✅

ÚNICO

" Saldremos por nuestro aniversario, Kookie, portate bien, te hemos dejado dulces para que los traviesos niños no nos llenen la casa de huevos y papel higiénico o intenten incendiar el auto de tu padre como el año pasado.

¡Cuídate, no dejes entrar a nadie!

Com amor, mamá. "

Un Jungkook de 16 años miró el tazón de dulces fijamente, estaba lleno, y habían un montón de caramelos que él amaba. Se encogió de hombros, de todas formas papá necesita otro auto, tomó el tazón lleno de porquerías, cerró con seguro la puerta de su casa, apagó todas las luces y fue a su habitación a ver películas de terror. Así seguro pensarán que no hay nadie en casa y no tendrá que estar abriendo la puerta a cada rato por esos mocosos malcriados que no merecían dulces.

Encendió el televisor, por ser halloween, ese día habían estado pasando los clásicos de terror del cine, es por eso que a Jungkook no le molestaba tanto quedarse solo, así podría ver películas tranquilamente. Siempre se había quedado solo desde los 10 años en halloween, ya que sus padres son unos raros, se casaron el 31 de Octubre después de que papá embarazara a mamá en medio de un ritual satánico y el abuelo amenazara a papá con cortarle fifi si no se hacía responsable.

O algo así iba la historia que le contaron a Jungkook cuando preguntó a los 7 años. Él no fue criado normalmente.

En el televisor estaba la película de "masacre en Texas", aún era algo temprano, por lo que no pasarían "el exorcismo" o alguna otra que te sacara unos buenos gritos hasta las 10 u 11 de la noche. Se acomodó bien en la cama, mirando la película sin ninguna expresión, comiendo los dulces que sus padres dejaron y riendo cuando algo se le hacía gracioso de la película... si es que había algo gracioso, uno sólo veía tripas por ahí, sangre por allá, unos muertos regados por el suelo y el como torturaban a las víctimas.

Si, divertidísimo.

Jungkook soltó una carcajada cuando el timbre de la puerta principal sonó en toda la casa, dejó el tazón de lado y asomándose por la ventana de su casa de forma sigilosa, mirando a un grupo de niños en la puerta, tocando el timbre y hablando felizmente entre ellos. Hizo un sonido molesto con la lengua, pensando en cómo deshacerse de las mierda come caramelos de su propiedad. Entonces recordó esa cosa que había instalado más temprano en casa para que no le molestaran.

-¡Denos dulces, viejos lesbianos! - El niño regordete disfrazado de calabaza golpeó con fuerza la puerta. No se abrió, entonces miró a sus amigos, con una expresión de ira en el rostro. -. Esos viejos pirujos no nos quieren dar dulces, así que se la meteremos hasta el fondo hasta que nos den un mísero caramelo, ¿okay?

Los otros niños, sin entender, chillaron que si.

Y la puerta se abrió en ese momento, el niño regordete retrocedió un poco, mirando con ojos desconfiados el interior de la casa, completamente a oscuras, silencioso y con una mala vibra de lo peor.

-Ve, cerdo - Le dijo el chico vestido de hulk. -, tu dijiste que aquí nos darían dulces, consiguelos.

-Pero yo... - El niño calabaza miró una vez más el interior del oscuro lugar. No podia ver nada.

-¡Vamos, cerdo! - Chilló la niña vestida de hada, la más pendeja pero bonita de todas. Seguro de grande se embaraza a los 15.

-¡Cerdo! ¡cerdo! ¡cerdo! ¡cerdo! - Todos gritaron, y el cerdo, es decir, la calabaza perfectamente redonda, asintió con la cabeza.

Si, lo haría por los fans.

-Está bien, está bien - Calmó a todos, quienes guardaron silencio. El niño empezó a saltar en su lugar, de un pie a otro, soltando golpes a la nada y estirando su cuello. -. Sólo dejen caliento mi cuerpo, perros.