Lo Juro

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Rhaast

Cada hora que pasaba me mataba, quería saber que era aquel papel tan misterioso que contenía la misión de Kayn, quería saber el porqué de tanto secreto en una estúpida misión.

Podía escuchar el sonido de las manillas del reloj sonar, haciéndome escuchar cada segundo que transcurría sin que yo hiciera nada más que malgastarlo.

Ya no era bienvenido en la habitación de Kayn por lo cual había estado ya más de 3 días sentándome al lado de su puerta sin hacer más que ver el tiempo pasar, y sintiendo como aquella misión que dudaba que estuviera fuera de peligro se acercaba.

Los días se habían vuelta una rutina insoportable y Kayn ya ni siquiera se dignaba a hablarme, solo quería acabar con esto.

Me levante rápidamente sin hacer ningún ruido que despertara a alguien y entre furtivamente a la habitación de mi creciente preocupación y dolor.

Comencé a buscar sin éxito aquel papel, seguí así unos cuanto minutos hasta que lo sentí.... Era el nuevamente, venía a burlarse.

- ¿No tienes nada más que hacer? - Cerré aquel cajón y volteé a ver aquel rincón obscuro.

-Deberías desistir en la búsqueda de aquel papel, Kayn lo quemo el primer día en el que no te dejo entrar en su habitación. - Dijo saliendo de las sombras.

-Dime que era lo que decía... yo sé que esa misión no es una misión tranquila... lo dudo - Lo mire desafiante.

-¿Porque debería decírtelo? Kayn ya ni se preocupa por tu persona, ahora oficialmente no son nada, Darkin.

La verdad dolía pero debía aceptarla sin romperme ante aquel sujeto.

Me puse a pensar la razón por la que no me quería decir, aun si me lo dijera Kayn iría y no me haría caso al decirle que no fuera....

Entrecerré los ojos con molestia.

- ¿Qué quieres que te dé a cambio de que me digas? Es obvio que buscas algo de mí.

El soltó una risa leve para no despertar a Kayn, quien dormía sin siquiera molestarse por tener 2 presencias en su habitación.

- Ambos sabemos la respuesta, Rhaast - Se acercó más a mí a lo cual la luz de luna que pasaba por la ventana revelo su figura con más nitidez, revelo aquella sonrisa triunfal.

- Eres un malnacido, eso no era parte del trato, torciste todo esto a tu favor para perjudicarme hasta el último momento. - Respondí furioso al saber lo que buscaba.

- ¿Quieres comenzar una discusión y despertar a Kayn para que te vea solo a ti en la habitación?

- ¿Solo a mí?

- Las sombras son mi escondite - Me sonrió nuevamente.

Apreté los puños cada vez más, estaba contra la espada y la pared, y no me había dado cuenta hasta ahora.

-¿Y bien? ¿Qué respondes ante mi petición?

- Dime a donde ira y te diré mi respuesta

- Iba a mandar a matar a un juez bastante conocido en un tribunal lleno, pero él no lo sabe

Tenía tantas ganas de golpearlo y decirle que parara con sus estúpidos juegos y manipulaciones pero no podía.

-¿Si acepto, el estará a salvo de tu estúpida misión suicida?- Mire el suelo con desanimo.

- Lo hare, pero ¿Porque sacrificarías lo último que tienes en alguien así, alguien que te fallo como si nada?

- Yo fui el que fallo primero, fue mi error, al menos así el estará a salvo, aun sin saber que es lo que pasaba. - Mire a Kayn con tristeza - Tu ya sabes mi respuesta - Voltee a verlo.

-Tu existencia a cambió de la de Kayn... me parece bastante.... Noble - Dijo sin quitar aquella sonrisa de su rostro.

- Dame tiempo

- ¿Para qué? - Me miro curioso.

-Para despedirme aunque sea una vez

- Te lo concedo, tienes hasta mañana en la tarde. - Respondió antes de desaparecer entre las sombras.

Solté un suspiro lastimero y me quede algunos minutos más contemplando a Kayn, quería recordarlo bien antes de desaparecer de este asqueroso mundo.

- Ojala esto no hubiera terminado así, Kayn , ojala hubiera podido protegerte de otra manera sin que ambos sufriéramos por esto- Susurre antes de salir de la habitación, debía hacer algo más antes de que amaneciera y mi tiempo llegara a su fin.


Zed

Escuche algunos pasos apresurados hacia mi oficina, sabia de quien eran aquellos indistinguibles sonidos.... Había llegado.

Aun cuando la puerta hizo un leve chirrido al ser abierta no voltee a ver al que había interrumpido aquel magistral silencio.

- Llegaste - Dije manteniendo mi mirada sobre aquel libro.

Un corto periodo de silencio inundo la habitación nuevamente.

- ¿Para que me enviaste a llamar? ¿Que era tan urgente?- Pregunto algo molesto

Esta vez voltee verlo, necesitaba verlo después de tantos años ausente.

- Debemos hablar sobre Rhaast

- ¿El arma de Kayn?

- No lo has visto al parecer, ahora tiene un cuerpo propio y debemos encerrarlo nuevamente

- ¿Solo por eso?

- Tu eres el único que sabe cómo hacerlo, Shen - Respondí cerrando el libro y dejándolo sobre la mesa.

El dudo unos segundos hasta que se dignó a hablar.

- ¿Aún mantienen una relación?- Pregunto rápidamente.

Lo mire sorprendido.

-¿Cómo sabes que estaban en algo parecido a una relación? - Me acerque a él.

- Eso es un si

- Responde mi pregunta, Shen

- Eh visto el futuro...

- ¿Y eso qué? ¿Su futuro, acaso?- Cruce mis brazos mientras lo veía a los ojos.

- No, el de Runaterra

- ¿Ellos hubieran causado algo si seguían juntos? - Lo mire impaciente

- No ellos, si no lo que saldría de su relación. - Me miro tranquilamente sin inmutarse al decirme algo tan absurdo pero era obvio que no mentía, el ojo del crepúsculo jamás mentía en sus visiones.

- ¿Estas diciéndome lo que creo que es?

El simplemente asintió por lo cual sonreí.

- Ya no están en nada, logre separarlos, solo queda que hagas tu parte para que aquellas visiones no se cumplan.

- Solo debemos preparar todo y tener al Darkin... no hay tiempo que perder - Dijo antes de salir junto a mí.

El tiempo se estaba acabando... y no era el mío.

Lazos De Sangre [Kayn X Rhaast]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora