#3 ¿Quién eres Erick Colón?

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—¿Supiste que Erick está saliendo con Magaly Todd?—quite mí vista de aquella cita textual que decía:

—Me has roto el corazón—grito entre lagrimas.

—Te lo has roto tu misma—dijo él con su indiferencia—por esperar algo que sabías que no te podía dar—

-Sí, lo sabia- le dije volviendo mi vista hacia el libro que estaba releyendo en ese momento

—Parece no interesarte mucho ____— si tan solo supieras como se siente mi corazón y mis letras en este momento, verías la cantidad de versos que me esperan esta tarde llegando a casa Mandy

—Bueno... Erick es un buen chico y Magaly...

—¿Erick? ¿Un buen chico?, por favor _____, de bueno solo tiene el físico, realmente ese chico es un fiasco, su carita de ángel-nerd, lo hace parecer otra persona que realmente no es—

Mi vista se quito bruscamente de las líneas escritas en aquella página para mirar mal a Mandy y colocar fuertemente el libro sobre la mesita de acero que se encontraba en la cafetería de la escuela

—Sabes, no deberías hablar mal de las personas si realmente no las conoces Mandy—mi voz sonó un tanto tosca, provocando que Mandy cambiara su postura relajada a una de advertencia. 

—¡Demonios _____! vives, viviste y vivirás enamorada de un espejismo, de algo que no existe en absoluto, créeme que si te digo esto es porque conozco mejor que todos en esta escuela a Erick Colón como la palma de mi mano.

¿Cómo? ¿Acaso esta de broma? En todos estos años de Colegio ni una solo vez vi que le dirigiera la palabra Erick.

—Rachel, no soy quién para decirte esto, pero, Erick vive de la atención, desde pequeño fue un niño problemático, vivía de hacer sentir mal a las personas, sus fuertes eran las niñas ilusas que se hipnotizaban con su cara de niño bonito. Sus padres -mis tíos- fueron llamados en demasiadas ocasiones por parte de la escuela por el mal comportamiento que este tenia con sus compañeros y maestros. Hace dos años atrás fue internado en un centro de rehabilitación, era un "bebedor problema" y no querrás saber por que otras cosas mas estuvo en ese lugar—todo lo que Mandy decía era increíble, esto no podía ser cierto, Erick, mi ángel, no podía ser ese tipo de persona, ella estaba mintiendo, lo hacía solo porque sabía que él me gustaba.

—¡Mientes!— le grite parándome de un tirón de la silla en donde me encontraba . Las personas que se encontraban en ese momento en la cafetería nos veían con ojos acusadores. Ella no podía seguir diciendo eso, ¿Cómo puede hacerlo?
Es su primo.

—______ no estoy mintiendo, pero sabes, a estas alturas es imposible que alguien te haga entrar en razón, Erick tiene demasiada carrera ganada en tu mente y me atrevo a decir que en tu corazón, no soy nadie para hacer cambiar tu perspectiva acerca de él y creo que es un poco tarde, ojala que esa imagen que te has guardado en tu iluso corazón, no te decepcione algún día.

Mandy se paró de su lugar y se alejo de mí dejándome sola.

***

18 de Junio del 2018, hoy es el gran día,

¡Hoy por fin me gradúo y... tu también Erick!

Cariño, no sabes la inmensa alegría de saber que nos graduaremos, de ver lo que haz logrado en este tiempo, recuperaste tu autoestima, tienes mas amigos y sonríes con frecuencia. Me encanta.

{...}

Amo la manera en la que hablas, amo tus gestos, amo tu sonrisa, amo cada pedazo de ti a pesar de que no eres mio, ahora me alegro de haber hecho caso omiso a las palabras de Mandy hace ya tiempo atrás, tu no fuiste esa persona, no lo eres y no lo seras, porque a pesar de no haberte conocido del todo, se que mi corazón no se puede equivocar contigo, eres perfecto en todos los sentidos Erick Colón.

***

La celebración no terminaba ahí, nuestra generación había organizado una fiesta de despedida, tal vez esta sea la ultima vez que nos veamos, pero quiero que mi ultimo recuerdo  de ti sea tu sonrisa.

{...}

La multitud movía sus cuerpos al ritmo de la música y yo solo observaba a las personas entrar y salir de la casa en donde fue organizado éste "convivió". De entre todas las personas, ahí estabas tú, tomándole la mano a Magaly como si tu vida dependiera de ella, la cubrías de pequeños besos en las mejillas y uno que otro en los labios, mi corazón se estrujaba cada vez que veía tus acciones cariñosas hacia ella, era algo inevitable no sentir dolor mientras yo callaba, tomaste de su mano y la guiaste hacia la salida. Yo ya no tenía nada que hacer en ese lugar.

Esperé impaciente a mi madre que vendría a buscarme después de todo. El viento frió de la noche calaba mis brazos haciendo de alguna u otra forma que los cruzara en un acto reflejo debajo de mis pechos, empezaba a mover mis piernas en señal de impaciencia, tenia frió y necesitaba un suéter.

Mis ojos vieron a lo lejos un grupo de chicos recargados en un auto rojo, eran ajenos a la fiesta, pero sin embargo estaban en ella; pareciese como si se la estuvieran pasando de maravilla. El chico regordete que los acompañaba, abrió la puerta del auto sacando de éste una pequeña bolsa con alguna sustancia blanca adentro. Mientras que los demás hablaban con fluidez, de pronto la única chica que los acompañaba giro su rostro hacia mi dirección... ¿Magaly? .... ¿No se suponía que ella estaba con Erick?

El chico que la sostenía de la cintura la tomo del rostro y le robo un beso apasionado, se alejo de ella solo un poco y la abrazo dando a revelar su rostro... era Erick. De pronto se aparto de ella, recibiendo lo que el chico moreno de alado había preparado tiempo antes sobre el capote del automóvil para después formar un perfecto churro con sus dedos, encenderlo para calar un poco de lo que este contenía y compartirlo con Erick, este se giro y bajo su mirada hacia el objeto y lo tomo entre los dedos, revelando así un perfecto porro que después se llevo a los labios para poder extraer el humo de este y guardarlo en sus pulmones, Erick giro su rostro tomando el de su chica, obligandola ha abrir ligeramente la boca para así depositar todo el humo reservado en ellos, ésta lo acepto gustosa y saco el humo para después darle un ligero beso, Erick volvió a abrazarla, enredando las brazos en su cintura, colgando de entre sus dedos el porro prendido, el ultimo recuerdo que tuve de él fue la sonrisa de satisfacción que le volvió a proporcionar al cigarrillo, su sonrisa era lo que más me enamoraba de el y ahora esta se había burlado de mi de la manera mas majadera posible.

El chico sintió mi mirada y me miraba detenidamente, esa misma mirada que me dio hace tiempo aquella vez que le di los buenos días, esa misma mirada triste y pérdida. La bocina del coche de mi madre se hizo sonar y yo rompí toda conexión con él.

Mandy tenía razón...

Viví enamorada de un espejismo...





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