-Jeonghan-

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Un montón de papeles con miles de letras estaban delante de mi, tachones y subrayados de colores pasteles llamaba la atención sobre todo el papel. Sentada en una silla de hierro bastante incomoda, leía y volvía a leer lo mismo una y otra vez, pero a los pocos segundos se me olvidaba todo y tenía que volver a leerlo de nuevo, así infinitamente.
Dentro de dos días tenía un examen muy importante y era necesario por lo menos saberme lo básico.
Levanté la cabeza y observo a las pocas personas que habían en el lugar unos hablando tranquilamente otros leyendo o con el móvil y luego yo estudiando, estoy en una cafetería donde es muy famosa pero hoy había poca gente.
Me pedí un batido de fresa, de esos grandes en una copa de cristal y pajitas decoradas, el cual estaba por la mitad. Mis nervios, y ansias de acabar de una vez de todos los apuntes que tenía que saberme de memoria, ni si quiera me hacía recordar que tenía la copa con batido de fresa junto a mi.
Los grandes ventales del lugar dejaba ver la oscuridad de la noche, la luna, unas pocas estrellas, y algunas personas andando por las calles.
Volví a mis apuntes, mi codo apoyado en la mesa y mi mano sobre mi barbilla sosteniendo el peso de mi cabeza, con la otra mano cogí la pajita de líneas rosas y removía el contenido que quedaba del vaso.
Movía en dirección de las agujas del reloj, y veía como el líquido formaba un pequeño circulo por el movimiento, era como yo, con mis apuntes, yo era la pajita que escapaba de estudiar y los apuntes que es el circulo que formaba al mover el líquido, que me seguían sin descanso.
Y así estuve un rato como si yo misma me hipnotizara haciendo eso.
Decidí dejar de hacer eso y cogí mi boli con mi mano derecha y empecé a leer de nuevo las infinitas frases que nunca acababan. De repente la campanita de la puerta sonó, y llamó la atención de todos los que estábamos aquí. Unas chicas vestidas con uniforme de secundaria entraron en la cafetería y gritaban y hablaban rápidamente como si hubiera pasado algo estupendamente maravilloso en sus vidas, saltaban y sonreían de alegría ''Esa soy yo si apruebo el examen''-pensé, una pequeña sonrisa se me escapó pero seguidamente observé a las dos chicas.
Las demás personas pasaron del tema y siguieron haciendo lo que hacían menos yo porque no tenía nada más interesante que hacer en ese momento. Una de las chicas con pelo corto y negro tenía su móvil en sus manos y tecleaba rápidamente como si tuvieras una duda de un examen a última hora y fuera la única solución de preguntar a alguien esa duda, la otra chica de pelo algo más largo oscuro y ondulado miraba las mesas libres, seguramente con la intención de sentarse.
De momento esta última llama la atención de su otra amiga, la que seguía despacio tecleando en su móvil en sus manos, se sentaron dos mesas atrás de mí, y por no ser tan descarada seguí estudiando.
Volví a mirar mis apuntes, unas veinte hojas con letra ''16'' era todo lo que veía, yo miraba los apuntes y ellos a mí. La campana de la cafetería volvió a sonar, volví a distraerme.
Un chico alto de pelo castaño entró, me pareció algo normal nada fuera de lo común y mire de nuevo mi tarea pero levanté la cabeza rápidamente mirándole. Ese chico sabía quien era, Jeonghan. Cerré leventemente mis ojos mirando hacia el suelo sin creerlo, ahora sabía el porque de las chicas de secundaria. De fondo escuchaba como cuchilleaban entre ellas, en si pedirle un autógrafo o si una foto. Vi como Jeonghan fue a la barra donde haces el pedido, y justo en ese momento me giré mirando a las chicas descaradamemte, las dos miran a Jeonghan sonrientes y ansiosas, incluso la del pelo corto hacia fotos o videos con su móvil medio escodido en direccion del chico. Negué con mi cabeza y volví a mi posición original, ni se dieron cuenta de mi presencia.
Jeonghan esperaba en la barra mirando su móvil, y yo solo le miraba.
Ni autógrafos y ni fotos, simplemente miraba su manera de estar, siempre le veía a través de la pantalla, y ahora era como algo diferente, parecía como un sueño; no sabes porque pasó eso, no sabe porque él, y no parece que fuera real. Hubo un momento que levantó su mirada hacia mi lugar y asustada miré mis apuntes rápidamente. Noté como las chicas se levantaron y fueron hacia él.
La chica del pelo largo agarraba a su otra amiga como si el chico les fuera a comer. Al parecer, se tomaron unas cuantas fotos y hablaron durante muy poco tiempo y se fueron. Jeonghan cogió su pedido, una copa de fresa al igual que la mia, sorprendida levanté una ceja extrañada, ''¿Qué coincidencia ¿No?''. En ese momento Jeonghan me pilló mirándole y este sonrió y fue a la misma mesa donde las chicas estaban antes y no puede mirarle de nuevo. Me arrepentí de haberle mirado y volví a ponerme nerviosa, me dediqué a mis apuntes de nuevo, pero si antes no podía estudiar ahora menos todavía. Pasaron unos minutos, y ni siquiera queria moverme incluso respiraba cuidadosamente como cuando jugabas al escodite con tus amigos y tenias que aguntar la respiración para que no te escucharan.
Cada vez quedabamos menos personas en la cafetería, pero mi única suerte era que la cafetería es de  veinticuatro horas.
Decidí no mirar atrás y olvidarme de que él estaba ahí. Al rato me levanté con para pedir algo de comer.

-Dígame, ¿Qué le pongo?.-pregunta la dependienta.

-Un bizcocho, por favor.-dije.

-Ahora mismo.
La chica fue a hacer lo que le ordené.

Inconscientemente mire hacia la mesa donde Jeonghan estaba sentado pero una persona que se puso a mi lado me lo impidió. Jeonghan. Estaba a mi lado sonriente mirando el cartel en la pared de enfrente. Abrí mis ojos y giré mi cabeza hacia el frente, esperando a la dependienta que seguía sin aparecer.
Intenté olvidarme o hacer como si nada, pero era inevitable ponerme nerviosa. Jeonghan pareció notarlo y su sonrisa parecia no irse de su cara.
La dependienta apareció con un pequeño plato en sus manos que contenía el bizcocho que le pedí.
Cogí el plato y fui hacia mi mesa lo más rápido posible. Jeonghan volvió a su sitio con un pequeño pastel de chocolate en un plato.
Empecé a comerme el bizcocho y acabar el batido que me quedaba sin dar cuenta a todo lo que pasó.
Con el sonido de vacio que hacia la pajita de no haber más contenido en la copa, fue suficiente para dar de acabado mi segundo postre del dia.
Cansada me levanté a dejar las cosas en la barra y pedir un vaso de agua.
Cuando tenía el vaso con fino cristal en mis manos bebí un poco y fui a mi mesa pero paré de repente. Jeonghan colocaba bien mis apuntes en la mesa en la que estaba sentada. Me acerque segura de mi misma, aunque no lo estaba.

-¿Qué haces?.-pregunté un poco nerviosa.

-Oh, um, lo siento, cuando te levantaste se cayeron los papeles de la mesa.-dijo sonriente.

Me quedé quieta como si tuviera mis pies pegados al suelo sin decir nada.

-Parece importante, ¿Un examen?.-pregunta con sus manos en sus bosillos.

Asiento con mi cabeza.-Si.

Se acerca hacia mi con dos pasos y se agachó un poco.-Descansa y vuelves a repasar, pareces agobiada, carat.-dice y dio unos golpecitos en mi cabeza.
Este se dió la vuelta para ir a su sitio.

-¿Cómo sabías...?.-pregunté.

Éste se dio la vuelta mirándome.-Tu camiseta.-dijo neutral, como si fuera obvio.

-¿Qué pasa?...

Miré mi camiseta la cual estaba en perfecto estado pero estaba ahí lo que me delató. Tres letras negras en centro de la camiseta en la que decía: ''S.V.T''.

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⏰ Última actualización: Nov 18, 2018 ⏰

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