No me delates ✔️

✨ c o n ó c e l o s✨

Vibel es nuestra protagonista y la narradora de No me delates. Es una chica normal, va a una escuela normal y tiene un pasatiempo muy normal: ser una fangirl empedernida. Para compartir sus opiniones con el mundo, decidió crearse un canal de ViewTube. Sin embargo, Vibel es muy tímida como para hablar por sí misma, por eso decidió crear a alguien más, en ViewTube ella es otra, es Aisha Miau, la artista del momento, un ejemplo tanto en moda, maquillaje, como en opiniones. Tiene un séquito de admiradores que moverían mar y tierra solo por verla.

La cuenta de  @AishaMiau! creció de manera exponencial y Vibel no sabe qué hará si su círculo se entera de la fama que tiene en Internet. No le gusta tener las miradas encima y tampoco le agrada tener que sociabilizar. Lo suyo solo es hundirse en series, libros y películas que exploten sus sentidos de fangirl.

Además, Aisha es algo personal. Su mejor secreto, su pasatiempo, su otra mitad, su todo. Nadie tiene por qué interferir en la vida de su personaje... o al menos eso creía hasta que conoce a Ezra.

Aunque no lo parezca, Vibel se toma muy en serio lo concerniente con Aisha. Sus padres la guían para no derrochar el dinero de manera innecesaria e incluso ciertas ganancias las guarda en una cuenta bancaria a la que no tendrá acceso hasta que sea mayor de edad. Por lo pronto, solo gasta en pelucas, ropa, maquillaje y en comprar juguetes para sus mascotas Linoone y Furret, dos preciosos hurones. 

Aisha es libertad, Aisha es color, Aisha es risa, Aisha es opinión, Aisha es belleza, Aisha es mordaz, Aisha es sincera.

Aisha es todo.

Su autenticidad la hace única y por eso la aman. Su regla es ser solo ella misma, su carisma nato ha conquistado a un ejército de fans y se ha convertido en el modelo a seguir de miles de adolescentes. Pero hay un problema, Aisha Miau no existe, es un personaje, una utopía y el secreto mejor guardado de Vibel, una chica común e insulsa que atenta contra todos los principios de Aisha Miau.

Si esta historia fuera aún más cliché, Ezra sería el tercero en discordia en el medio de una gran amistad entre dos chicas (si Aisha y Vibel fueran amigas, claro está); pero, como ya escribí sobre eso en otra de mis novelas, Lágrimas de papel, acá el asunto es diferente.

Ezra aparece como la piedrita en el zapato de Vibel —o como la aguja que amenaza destruir su burbuja, como ella dice—, que por cuestiones del destino, descubre su verdadera identidad. En fin, chico nuevo en una ciudad pequeña, aburrido, acostumbrado a la vida nocturna de las grandes ciudades... con algo se tiene que divertir. Y, ese algo es la chica de ojos fucsias con la que se topa en la calle: Vibel.

Deportista, inteligente, atractivo, divertido, a fin a la fotografía y al ciclismo. Chico perfecto, como quién dice. Todo para él aparenta ser un juego, acostumbrado a ser un player, pero en el fondo es un chico más, con una fachada y múltiples máscaras.

¿Logrará Vibel destruir los múltiples muros y conocer la realidad de Ezra? ¿O él la desmoronará antes, porque la desquiciará y moverá a su antojo todos los hilos de su vida, de principio a fin?