⚜Capítulo 3

208 13 1
                                    


Capítulo tres

El día estaba para nada de lindo, de echo lo único que ilumina es usted querido profesor, ilumina mis días como un radiante rayo de sol.

Más o menos decidida de lo que estaba apunto de hacer gire dando al pasillo de los talleres de gastronomía, mire para atrás si venía alguien y nadie, mire hacia adelante y ahí estaba usted. Caminando como todo un galán, con un pantalón negro y una camisa de franela a cuadros rojo, aún lo recuerdo.

Dios ¿De verdad haría esto?

Comencé a caminar mas rápido después de darme cuenta que entraría a la sala de informática. Por Dios estaba por abrir la puerta, era ahora o nunca.

- ¡Profe espere!- ya está.

- ¿Qué paso?- A la mierda, amo su voz, es tan bonita ¿Y ya dije lo linda que es su mirada? Por que de verdad que su mirada es como la de un angel ¿Estoy en el paraíso ya?

- Es que- dije admirando cada detalle de su hermosa cara mientras alargaba la letra e- Me mandaron a dejar algo, pero no se lo puede decir ni mostrar a nadie.- saque de a poco la carta que estaba guardada en la manga de mi chaqueta, sentía su mirada en mi y eso me ponía demasiado vulnerable.

- ¿A mi?- dijo mientras intentaba no sonreír. Ya no puedo más, es tan hermoso.

- Si po profe.- dije intentando dejar de lado la timidez pasándole el sobre con la carta dentro. Usted lo miro y luego me miro a mi desconcertado.

- ¿Quién es? ¿Es tuyo o lo mando alguien?- La cague, la cague, la cague, la cague, la cague.

- Lo siento no se lo puedo decir- dije mientras lo miraba con cara de gato atropellado y me alejaba un poco, por que pasa todo tan rápido Jesús.

- Dime de quien es.- ¿Por que su estado de animo cambia tan rápido? Mamá sálvame ahora por favor. Comencé a retroceder mientras negaba- ¿Quién lo manda?- lo mire una última vez y con el dolor de mi amor hacia usted me di la vuelta y comencé a caminar devuelta donde mis amigas.- Dime- escuche por última vez, pero no le hice caso, anhelaba tanto poder confesarle todo lo que sentía, poder confesarle que aquella carta la había hecho yo, que todas esas palabras eran mías para usted.

Apenas di la vuelta donde estaban mis amigas largue un gran suspiro, fue más difícil y a la vez doloroso de lo que me imagine, quizás ahora me odiaría. Ni siquiera recordé hacer la pink promise para poder tocar su piel, seré estúpida.

______
;También me gustaría aprovechar la instancia para recomendarles mis otras dos historias que se encuentran en mi perfil, estas son Cross Your Mind y Always You del cantante Niall Horan.

𝙌𝙪𝙚𝙧𝙞𝙙𝙤 𝙋𝙧𝙤𝙛𝙚𝙨𝙤𝙧 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora