Siempre fui el chico de clase media, nunca tuve dinero para lujos, sin embargo, igual tenía lo necesario para vivir. Un día del pasado, mi padre fue el dueño de la empresa que hoy pertenece a la familia de Alfred. Con su muerte, mi madre abandonó todo para trabajar por su cuenta. Siempre fue una mujer fuerte y la admiro por eso... Bueno, no te voy a mentir, siempre he admirado a las mujeres fuertes.
Desde que conocí a Alfred en mi infancia, no pude evitar odiarlo. Éramos enemigos naturales, éramos polos opuestos y contrarios. Yo era el invierno, mientras que él siempre fue el verano. Amaba la calidez, pero al calor extremo lo odiaba, era tan sofocante y tortuoso, al igual que mi peor enemigo. Cuando éramos pequeños por ley tenía que ser el héroe, mientras que yo era el villano en sus juegos. Aún recuerdo su molesta risa y fue un alivio el dejar de verlo.
Mi familia se había mudado a San Petesburgo, en ese lugar aprendí a amar la primavera. Aún recuerdo las bellas flores contrastar en el ambiente frío que existía. Las calles estaban embarradas de nieve a medio derretir, parecía que les gustaba mucho a ellas. Ojalá a ti también.
Los años pasaron. Mi hermana menor se obsesionó conmigo, al principio, ella era escalofriante, pero poco a poco se volvió cálida conmigo. Ella era tan impredecible, la verdadera personificación del Otoño.
Al mismo tiempo, fui madurando y los estudios universitarios llegaron pronto. Mi madre insistió en que debía volver a Estados Unidos, yo odiaba ese país, sin embargo, también amaba a mi madre. Así que cumplí su voluntad. Me inscribí en una univerdad privada de California, lugar donde tiempo después te conocería.
Recuerdo aquél día. Alfred y sus amigos no paraban de molestarme. Claro, lo típico, el chico popular con dinero que molesta a su enemigo ruso llamándole "commie" y tratando de golpearlo. Ese día le di un puñetazo a Alfred en la cara, terminó lloriqueando y corriendo a la enfermería. Me daba igual si me expulsaban, la verdad era que nada me importaba, hasta que te miré por primera vez detrás de unos casilleros observando con fascinación. Me presenté, y desde ese momento me di cuenta que eras tímida conmigo. Te sonreí y un sonrojo apareció en tu rostro, luego corriste diciendo que tenias clases pronto. Pero antes de irte, me dejaste un beso en la mejilla. Mis mejillas adquirieron color por primera vez. Era la primera vez que el color rojizo no era causado por el frío o el calor. Fue causado por una especie de transición entre estos.
Un día, Alfred siguió molestando a tu grupo de amigos, los llamaba delincuentes y violadores. No entiendo porque los demás le seguían la corriente. No lo aguanté más, por lo que le di una golpiza, donde sus lentes acabaron rotos. Tiempo después, me enteré que realmente eran tuyos, y Alfred te los quitó para humillarte. Me sentí tan avergonzado, me disculpé contigo y tú simplemente sonreíste, pasamos un rato en silencio, antes de que me sacaras de esa universidad. Me tomaste de la mano y me llevaste a la calle. En aquella esquina casualmente había un tipo vendiendo todo tipo de flores. Tú compraste un girasol y me lo regalaste. Me sonrojé como niño pequeño, y alcé mi bufanda para tratar de cubrirlo. En ese momento me di cuenta que tú eras la representación de la primavera.
Los meses pasaban, tú y yo eramos amigos. Tu grupo de amigos -que realmente eran tus primos lejanos- me aceptó. Cada momento que pasé con ustedes fue único, ellos me hacían sentir parte de la familia y me hacían olvidarme de todos los problemas que me ocasionaba Alfred.
Durante el invierno, todos salimos a acampar. Viajamos a uno de los estados del norte, no recuerdo bien si fue Oregon. Tus primos estaban tan emocionados de conocer un bosque y a las criaturas que habían en él. Aunque siéndote sincero, los bosques de mi país son más impresionantes. Estoy seguro que se hubieran quedado con la boca abierta. Claro que si iban en invierno esto hubiese sido por el frío.
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Sendero de Flores [RusMex]
FanfictionRusia x México versión femenina. Ella siempre fue una flor de primavera. Su bella sonrisa siempre derretían el hielo alrededor del corazón del invierno. El invierno podía ser tranquilo y distante, sin embargo también podía ser caótico y sumamente pe...