Olivia
Clases, escuela y mas clases, si así es como comienza mi día, aburrido lo se, pero que mas puedo pedir. Mi vida siempre ha sido aburrida, no soy especial y se que tampoco lo llegare hacer, hasta dudo que llegue a vivir hasta los 20. Siendo sincera ruego todas las mañanas para que eso pase, por que si, no estaría nada mal morir.
- Hola, estúpida.
Ashley.
- Ho..hola- cerré los ojos con fuerza esperando lo peor. escuche su risa.
- me encanta que me tengas miedo.
Abrí los ojos con un poco de miedo, hasta para eso soy estúpida, ya debería haberme acostumbrado a sus abusos constantes todas las mañanas.
Un fuerte golpe y mis libros yacían en el piso de la entrada del colegio.
- te dije que odiaba que me miraran a los ojos.
Sus ojos marrones me miraban con intensidad y odio, tanto que solo agache la mirada, como siempre lo hago, como haré hasta que mi vida acabase.
Recogí mis libros rápidamente y me aleje del colegio antes de que mas personas que odiaban mi existencia llegaran y posiblemente golpearan o insultaran. ¿Por que todo tiene que ser así? por que me odian sin que yo les haya echo algo, aunque no los culparía, soy una chica que simplemente no debió existir, todos fueran felices si yo no hubiera existido, incluso mis padres.
Pare en el parque mas cercano del colegio y me senté debajo de mi árbol favorito. Saque de mi mochila a mi mejor amiga, mi navaja. comencé a cortar mis muñecas, 4 cortes fue lo suficiente para darme cuenta lo feliz que soy haciendo eso, de alguna manera cada vez que lo hacia me tranquilizaba y me sentía inexplicablemente libre. Me quede debajo de ese viejo árbol por unas horas hasta que me di cuenta de que ya era hora de irme.
Camine y camine hasta que vi a lo lejos mi casa, inmediatamente quise salir corriendo de ahí al ver al hombre que algún día fue mi padre salir con cara de pocos amigos, me vio y señalo para que me acercara, no quería hacerlo pero tenia que, ya que si no iba, el vendría por mi y eso seria peor. camine con pasos temblorosos lo poco que quedaba para llegar, al estar ahí agarro mi cabello fuertemente y me empujo adentro de la casa.
- me llamaron del colegio, dijeron que nunca llegaste. ¿por que?.
- eh.. por que..- golpeo la mesa de centro haciéndome asustar.
- ¡¡por que siempre nos causas problemas niña!!- comenzó a gritar como siempre lo hace, luego me pego como siempre y yo corrí a mi habitación a cortarme como siempre lo hago. nada nuevo.
[...]
me desperté de mi pequeña siesta, ya que un camión se escucho afuera. con pereza me levante de mi cama y me senté en el bordillo de mi ventana, al parecer una nueva familia se mudaba a lado, que felicidad, noten mis sarcasmo.
Apareció un auto y se estaciono en la misma casa, de el salieron una señora, luego una niña y un señor. ellos parecían muy felices de haber comprado la casa. Ruedo los ojos y tengo intenciones de meterme a la cama a seguir con lo que estaba haciendo pero una cabellera castaña irrumpe en mi campo de visión. El sale del auto bostezando, con el cabello desordenado y con un poco de pereza, se acerca a la menor y la alza entre sus brazos haciéndola reír, luego los cuatro se abrazan y comienzan a reír. debo admitir que me siento un poco celosa por ellos, se ven tan felices, hasta por ese simple echo los comienzo a odiar. ¿por que todos pueden ser tan felices?.
por que simplemente, yo, una chica que solo quiere por una vez en la vida sonreír por un momento no puede.
Quizás la vida también me odia, eso explicaría todo.
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Mundos Distintos
Teen Fiction- Yo no te dije que me amaras, no te lo obligue hacerlo. - Pero lo hice, por que sin importar tu actitud o cuantas veces intentes alejarme estaré a tu lado, por siempre.