Mentiría si decía que estaba mirando el cielo.
La estaba mirando a ella.
Quien intentaba descifrar las figuras que formaban aquellas nubes.
Su sonrisa.
Era capaz de iluminar mis mas oscuros días.
No necesitaba beber.
No necesitaba fumar.
Y mucho menos necesitaba drogarme.
Lo único que necesitaba era a ella.
Y solo a ella.