One-Shot

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Our missing halloween

Antonio miraba desde la ventana con una gran sonrisa como los niños lucían originales disfraces —¡Mama! ¡Mama! ¿Ya puedo ir a pedir dulces? ¿Puedo? ¿Puedo?— Preguntó saltando por todo el lugar con una gran energía, su madre Castilla [N/A: La voy a llamar Castilla pues no se me ocurrió otro nombre] lo miró con una sonrisa.

—Lo siento Antonio, aun no, espera un momento— Empezó a echar dulces en un tazón para tenerlos listos cuando los niños tocaran la puerta y recitaran el "dulce o truco" típico de la celebración.—¿Uh?— Musitó la elegante señora al ver que su hijo sonreía aun mas grande y corría a la puerta —¡Antonio! ¡Vuelve aquí!— Antes de que pudiera decirle algo más el niño estaba afuera. La mujer sonrió —Dios, que niño mas energético— Murmuró negando con la cabeza.

El niño que ya se encontraba en la acera, emocionado al ver que su amigo había llegado —¡Lovi! ¡Vamos a pedir dulces! ¿Si? Vamos, vamos— Lo tironeo de su traje.

—Meh, como quieras, bastardo, pero ya deja de tironear mi traje, lo terminaras rompiendo— Murmuró con una cara seria el menor.

—¡Bieeen!— Tomó al niño de la mano, pero se dio vuelta al darse cuenta que detrás estaba Aragon, su padre, intentado tomarles una foto, a lo que el niño obviamente sonrió grande aun con la mano de su amigo agarrada a la suya —¿Listo? ¡Nos vemos papa! ¡Dile que lo siento a mamá!—

—¡Adiós hijo! No causes mucho escandalo y no hagas locuras, tu madre se puede enojar— Se despidió haciendo un gesto con su mano levantada.

La historia de como conoció a aquel chico italiano tan lindo y grosero, era algo extraño, sin embargo, amaba contarle a sus padres de como conoció a aquel chico.

[Aunque nunca entendió porque ponían gestos confundidos]

La historia se remontaba al Halloween pasado, donde el chico después de ir a pedir dulces, trayecto que no fue muy bonito pues se pilló con unos chicos que lo golpearon hasta aburrirse, rompiendo parte de su traje y robando sus dulces, aún así tenia unos pocos.

Suspiro triste al leer la carta que dejaron en la puerta —Estamos en el supermercado. Sigue buscando dulces y juega con tus amigos. Estaremos de vuelta pronto, besos— Y estaba firmado en la parte de abajo con un: —Papa y mama—

Se sentó en la escalera que daba a la puerta de su casa y se secó lágrimas restantes. Apoyo su cabeza en sus dos manos y sus codos apoyados en sus rodillas, con un aspecto horrible, ojo morado y golpes en parte de su cara.

Levantó la mirada para ver si había alguien con quien jugar, como había dicho su madre, nadie. Bajó la vista y volvió a subirla con esperanzas de que alguien si estuviera esta vez. Encontrándose con un chico de pelo castaño de espaldas a él. Sonrió grande y se acercó.

—¡Hola! ¡Me llamo Antonio! ¿Y tu?— Gritó al llegar a lo que el chico asustado le pegó con su canasta para recibir dulce —¡Auch!—

—¡Uwah! ¡¿Que mierda!?— Le sorprendió la manera grosera en la que hablaba pero no le importó mucho y le volvió a sonreír. El italiano se sonrojó —M-Mi dispiace...— Balbuceó un poco arrepentido.—Io s-sono Lovino— Murmuró.

Antonio lo miro con una sonrisa confundida.

—Lovino, me llamo Lovino— Se corrigió en un suspiro, intentó calmarse y mirar los verdes ojos del chico a su lado.

—¡Un gusto, Lovino! ¿Quieres un dulce?— Antonio sabia que no tendría muchos dulces si la daba, pero eso muy poco le importó y se lo ofreció de igual manera. Lovino, por su parte, miro de reojo la canasta del español, dándose cuenta de que estaba casi vacía, hizo un ademán con sus manos, negando la comida.

Own missing halloween [Hetalia/Spamano]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora