Cartas a mi Madre

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¡Oh madre! ¿Qué nos he hecho?
¿Acaso lo he arruinado todo? ¿Acaso todo está perdido? No lo sé.
Pero siento que no es así, no, en verdad no lo fue. Todo comenzó cuando ellos se burlaron de mí y no  hiciste nada para callarles.

Me dueles, me hieres y me rompes.
Noches infinitas gastadas pensando: "¿Cuándo habrá comenzado este infierno?" Me acercaba a la respuesta, pero volvía a caer en el mismo hueco de lo desconocido. Pero fui estúpida. La respuesta siempre estuvo ahí pero no la vi.

Todo comenzó cuando era pequeña, cuidaste de mi. Pero no lo suficiente. Quizá suene cruel de mi parte. Pero es la verdad. Quizá nunca llegues a leer esto. Pero si lo haces no sabrás que fue tu hija, la que tu rompiste, la que se vino a desahogar con letras, intentando ahogar a los demás.

Talvez ella tenga razón, soy una malagradecida por no saber lo que es una buena madre, por ser una odiosa e irrespetuosa con todos. Pero sé valorar las cosas, y no es que seas una mala madre. Todos cometemos errores en la vida, pero tú cometiste el de romper a tu propia hija.

¡Oh madre! ¿Qué me has hecho?
Me has roto en mil pedazos, y aun no lo sabes. Y no fue desde aquella fecha en la que me mataste con tus propias palabras. Fue mucho antes de que me diera cuenta, incluso de que todos nos diéramos cuenta. Estuve rota desde un inicio.

Y solo los objetos se rompen, dirás. Pero cariño, yo soy una muñeca de porcelana, la cual tiraste por el abismo con tus palabras. Estoy rota, y nada puede repararme.

¡Ayúdame! ¡Sálvame! ¡Sálvanos! Estamos muriendo lentamente. Tu estas en el borde del abismo, me ves caer pero no haces nada. Ellos se ríen de mi, se burlan de lo que fui. Pero prefiero caer que seguir en tu infierno.

Lo único que quise fue que estuvieras orgullosa de mi, de lo que soy. Que me aceptaras como soy. Pero fue todo lo contrario. Ahora necesito a papá. Me resguardaré en él y me perderás.

Me amas, dirás. Pero nada borrará el hecho que me lastimaste, me quemaste y te deshiciste de mis cenizas. Lo siento, mamá. Por no ser lo que esperabas que fuera, por no ser una buena hija, por decepcionarte, lo siento. Lo siento, madre pero mataste a tu hija y no la volverás a tener de vuelta.