Ya van cinco, otro salto más de mis historias que contar que ni siquiera está ordenado.
Igual que mi vida, igual que yo, desordenada, confusa, con sentimientos encontrados. Debo quererme, me quiero.
Nadie me comprende mejor que yo, he llegado a explorarme y quizás a aceptarme.
Días húmedos, mojados, con ganas de comerme el mundo y... A él.
Como un ave nocturna que todo lo ve, hambrienta e insaciable con ganas de cazar.
Libre, no es de nadie ni de ella misma, sólo un alma que fluye y se enreda en las diferentes versiones que le ofrece la suerte.
Pues no creo en dios sino en el karma.
Siempre he creído que siendo buena se me castigó injustamente. Ahora no soy mala, bueno, un poco mala quizás.
Sólo quiero disfrutar del placer carnal, no es ningún delito de cárcel o por lo menos no en mi corazón.
Quise volar, pero hace tiempo una de mis alas yace rota, incapaz de volver a ser la misma.
Lágrimas de rabia mezcladas con tristeza. Ya no lloro, ya perdí mis lágrimas de tanto gastarlas en quien no lo merecía.
No te confundas, nunca consiguieron cambiarme. Siempre apasionada y al final te das la ostia pero y qué?.
Si vives con miedo y no das lo mejor de ti, siempre vivirás con la duda del: " y que hubiese pasado? Igual esta vez di en el clavo".
Vive, sin deberle nada a nadie salvo a ti.
Vive.
