Día 10

89 1 0
                                    

Tan arrogante con su cuerpo, se mira al espejo dibujandose una figura de su ego del ayer. Había olvidado lo bonito que era su libido.

Paseos desconcertantes formando círculos por la habitación y viéndose, en aquel espejo olvidado y cubierto de polvo que reflejaba su ser.

Se replantea hasta su más mera existencia.

Vuelve a presentarse ante el espejo y esta vez se sienta de cara a él. Se ve a ella misma y pregunta: ¿Quién soy?. Se queda minutos que parecen horas esperando una respuesta, pero nada.

Una pregunta muy fácil y difícil al mismo tiempo.

Muchas veces creemos que la vida es de acciones blancas o negras o que quizás grises. Pero no os confundais, va mas allá.

Sería mucho más bonito decir que todo es relativo, y te preguntarás por qué.

Hay verdades o acciones absolutas de las que cada persona tiene su punto de vista o su manera de vivirlas.

En su cabeza se correlacionan los momentos de sus éxtasis y orgasmos jugando con ella misma y con otras almas.

Y ahora, mientras se encuentra sentada admirando su magnífico reflejo se responde: soy placer.

Soy placer porque me quiero, soy placer porque cada día de mi vida lo dedico a disfrutar con mi sexualidad, a pensar en mí y mi felicidad, a quererme cuando ni yo me quiero.

Muchos afirman conocerse pero, ¿Se conocen de verdad?. Creo que es una afirmación bastante errónea. Muchas veces tu capacidad de acción o respuesta ante ciertas situaciones te sorprende hasta a ti.

Y en este preciso momento comprendió que hacía tiempo que llevaba una venda tapándole algo más que los ojos, el corazón.

Escribir sobre mojadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora