Universos Paralelos ●Ino Yamanaka●

2 •La raiz de este problema•

Mi nombre, es Ino Yamanaka.

Nacida en uno de los clanes más reconocidos de Konoha, famosos por formar parte de la tradicional movida Ino-Shika-Cho.

Poseedores de una belleza inigualable al igual que sus técnicas tipo sensor.
Buen manejo de Chakra, carisma natural y sobre todo expertos en herbolaria; tanto que somos dueños de la floristería Yamanaka.

Me consideraba a mi misma... Una flor difícil de encontrar. Toda mi vida había sido elogiada por mi apariencia y mis habilidades. Era una niña que en su mayoría era respetada y admirada.

Me sentía la dueña del trono y a pesar de eso... Conseguí abrir los ojos.

Sakura Haruno. Cabello de un color llamativo rosa y ojos que brillaban como el jade. Piel bien cuidada y con facciones delicadas, ella era la chica más bonita que había visto en mi corta vida. Solo había un detalle: su autoestima.

Ella solía huir de otros niños que la molestaban por su prominente frente; procuraba usar un fleco largo para ocultarla, pero solo conseguía que la molestarán aún más.

Esa niña es una tonta, no se da cuenta de que solo le tienen envidia. Pensaba para mí misma.

Era un caso perdido. Nadie hacía nada, los niños jugaban del otro lado del patio, los maestros estaban dentro de las aulas y el resto de niñas solo miraban como ella era víctima de abuso verbal y físico de otras más.

-Dejenla en paz.- Les bloqueé el paso para que la dejarán de molestar.

-Ino, no hablarás en serio...-

Las miré con seguridad y su sonrisa burlona se esfumó al igual que ellas.

-¿Estás bien?- Le di una mano.

-Ino-Chan.-

-Dejame ayudarte.- Se puso de pie y agachó su cabeza cubriendo su frente.

Saqué un listón de mi bolsillo y me acerqué a ella.

-Se burlan porque la ocultas. No tengas miedo de mostrar tu belleza a todos.-

-Yo... No soy bonita como tú...-

Reí suavemente.

-Te equivocas.- Le presté un espejo para que se mirará a lo que se sonrojo y me miró apenada.

Estaba segura que lo que más necesitaba ella era un empujón. Apoyo de alguien para que no se sintiera desdichada, sobre todo porque no lo era.

Aún después de eso creía ser el centro de atención de todo el mundo, era lindo contar con una amiga cómo Sakura, sobre todo cuando mostramos modestia y honestidad mutuamente; pero sentía que solo me faltaba algo para tener un futuro perfecto y prometedor.

No pensaba que cualquiera fuera digno para estar conmigo. Quería algo especial. Algo imposible.

Sasuke Uchiha era como el premio que todas queríamos ganar. Me gustaría decir que una sonrisa nos derretía... Sin embargo lo suyo no era el sonreír.

Atractivo, serio, fuerte, inteligente ¿Qué otra cosa podíamos pedir?

Él se convirtió en uno de mis más grandes deseos. Aún después de eso...

-He escuchado que te gusta Sasuke-Kun.- La pregunta de mi pelirrosa amiga había sido muy repentina, eso me desoriento un poco.

-... Sakura... -

-Si es así entonces... Entonces ya no seremos amigas.-

Ella me miró con sus ojos jade; brillantes como siempre, pero... No podía sostenerme la mirada.