CAPÍTULO I

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Adra, 800 a.C

Toda la familia está pasando por un duelo después de casi un año de la pérdida injusta y dolorosa de Michel. Ayla se encuentra desolada, triste y sola en su hogar, en su ciudad natal, Adra1. Después de volver de Marte con el cuerpo de su hermano, abandono su trabajo como médica de investigación hasta que superará su perdida, tras acabar con Elian y Abdías que intentaron destruir el mundo habitado por humanos y especímenes, que el propio Michel había creado siglos atrás y viajaron con la máquina del tiempo que el propio Michel creó y consiguió, tiempo después, curar a todos los infectados y traer a todos sanos y salvos menos a él, tuvo que morir para proteger a todas esas personas, el planeta Marte y la Tierra al que en ese momento habitaban seres vivos.

–Hija ¿puedo pasar? –responde Aragorn dando un golpe seco sobre la puerta de la habitación de su hija.

–Sí, pasa padre –responde con un tono de melancolía en su voz.

–¿Cómo lo llevas mi niña?

–No muy bien, sigo sintiendo que está aquí padre, le extraño muchísimo –dice entre sollozos mientras se abraza en los suaves hombros de su padre.

–Vine a buscarte, porque hay un hombre que le urge hablar contigo.

–Padre... no me encuentro con fuerzas para hablar con nadie, dile que, en otro momento, en el que me encuentre mejor.

–Hija, tienes que superarlo, ya ha pasado un año tras la catástrofe de los especímenes de tu hermano Michel, tenemos que pasar página. Ese hombre además está desesperado por hablar contigo.

–¿Quién es? –pregunta con un interés sin dejar de demostrarlo en estos momentos.

–Es el Doctor Tobías, ¿te acuerdas de él? –pregunta con una sonrisa resplandeciendo por toda su cara.

–Si padre, cómo para olvidarle, nos salvo a los dos la vida en el incendio de la nave en Marte. Me pongo algún ropaje decente y le atiendo ¿vale? -muestra una sonrisa cautivadora, esa que tanto se la echaba de menos a la preciosa Ayla.

Se viste con un vestido largo y blanco que la cae desde los pechos hacia la cintura deslizándose sobre sus piernas, con unos zapatos negros, y su pelo rubio peinado con una diadema blanca que la sujeta el flequillo para que no la tape su preciosa cara.

–Buenas tardes doctor Tobías, siento la tardanza. Si hubiera sabido desde un principio que eras tú, hubiera bajado antes, ¡cuánto tiempo! –exclama con un interés inexplicable.

–Buenas tardes doctora Ayla, no pasa nada, yo también tenía ganas de saber de ti.

–Discúlpame doctor que le dé la noticia, abandoné la profesión y ahora soy Ayla a secas, nada de doctora.

–Bueno, para mí siempre serás mi doctora Ayla así que, sin más preámbulos, vengo por motivos de trabajo a hablar contigo.

– Como le he dicho ya no soy doctora, así que poco le puedo ayudar.

–Al menos Doct... Ayla ¿me dejará argumentar por qué me he trasladado a visitarla? –pregunta frustrado por la negativa de ella.

–Está bien doctor, ya que te has molestado en venir hasta mi casa, tampoco te voy a dejar marchar con esta negativa mía. Pero quiero que sepas que nada me hará cambiar de opinión, prometo escucharte –le explica a Tobías con tono de tristeza y melancolía.

–Estoy trabajando en un nuevo proyecto, he creado unas cámaras criónicas2 dónde probé con varias personas y animales, después de fallecidos, a recomponer sus tejidos e intentar devolverles la vida. Necesito de tu ayuda, porque tras varias fallidas, creo que con tu experiencia y la mía podremos, con la máquina del tiempo de tu hermano Michel, trasladarnos al año 2080, al futuro, y encontrar la manera de resucitar o al menos de curar el cáncer que a día de hoy es tan difícil y tan pocas investigaciones hay sobre esta enfermedad.

Se queda callada, meditando toda la información que intenta captar su cerebro sin hallar respuesta.

–¿Ayla? ¿Puedes responderme? ¿O al menos bajar del espacio donde te has ido en estos momentos? –pregunta el doctor con una carcajada que sale de sus cuerdas vocales.

–Emm... emm... ¿y cómo doctor se le ha ocurrido investigar sobre está enfermedad? En el año en el que residimos sabemos los dos a ciencia cierta, que nada se ha investigado hasta este momento, porque no tenemos las máquinas necesarias para ello, ni los medicamentos fiables. Por ello es un enigma para los científicos está enfermedad, porque la persona que es diagnosticada con ella, está marcada para toda su vida y se encuentra en un hilo fino y acabaría muriendo.

–Por eso te busco a ti, Ayla, para hallar la manera en otro tiempo, el 2080 que tienen asegurada la mejor maquinaria y medicamentos. Podremos curar millones de personas de este enigma con el que tanto hemos soñado. Podríamos conseguir la mejor carrera profesional de nuestro tiempo, una investigación prestigiosa, tú y yo llegaríamos por una vez a ser los mejores en nuestra rama, ¿qué opinas?

–Es que Tobías, a esto no puedo negarme, por la simple razón, no sé si lo sabes que mi madre, Rosalinda, lleva postrada en cama desde el año pasado, de esta enfermedad. Tiene un cáncer pulmonar que está acabando con su salud y con su vida completamente. Si encontráramos esa cura, eso querría decir que mi madre viviría, así que doctor Tobías, cuente conmigo para lo que usted necesite, y usted padre ¿qué crees?

–Hija, yo creo que es una buena salida para tu madre, encontrar la cura y que vuelva a andar y defenderse por ella misma, porque esa enfermedad la esta consumiendo completamente.

–Pues ahora si la puedo llamar doctora Ayla ¿verdad? –pregunta abrazando a Ayla con todas sus fuerzas. –Muchas gracias por entrar en esta hazaña, lucharemos por la vida y la resurrección de esas personas que perdieron su vida por dicha enfermedad y salvaremos a los que a día de hoy podemos curar. Desde estos momentos eres ¡el nuevo miembro del experimento anti cáncer!

"¿Ayla y Tobías conseguirán trasladarse sin ningún problema al futuro, 2080? ¿Qué aventuras vivirán estos dos amigos? ¿Encontrarán la cura al cáncer? ¿O simplemente conseguirán que un fallecido ande por las calles como un humano normal?"

En cada capítulo encontrarán palabras en negrita que al final de cada capítulo encontrarán con su significado, para ayudarles a que su lectura sea más amena. Espero que les guste la nueva obra de la saga "Marte y la llave secreta".


ADRA1: Nombre por el que se conocía Almería en el siglo VIII a.C.

CRIÓNICA2: 1. Máquina dónde reposa el cuerpo de un animal o persona después de haber fallecido, con una función de regeneración sobre ella.

2. Persona con un cáncer terminal que reposa para un examen científico exhaustivo.

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⏰ Última actualización: Nov 04, 2018 ⏰

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2080, la resurrecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora