Luna llena en Gótica

1.3K 97 15
                                    

La fría brisa de Gótica era lo que acompañaba a la lluvia aquella noche.

Como era costumbre, cada año en vísperas de Halloween, los mortales se ocultaban en sus casas, el clima era más frío incluso, todos lo sabían, había que prepararse, trabando todo, usando cualquier cosa que pudiera darles alguna defensa.

La noche estaba por llegar, y era sabido que la oscuridad acompañaba a esta.

Tanto, que se sentía más largo el día. Pero eterna la noche.

Cada año, con luna llena y dando la bienvenida al Halloween, los peores monstruos y demonios aparecían, algunos para alimentarse, otros para llevarse las almas, pero ninguno se iba con las manos vacías.

Y este año no sería diferente, los mortales se preparaban mientras los inmortales salían de su descanso.

Brujos, vampiros, hombres lobo o demonios, cualquier cosa era posible, los fantasmas o los zombies no faltaban.

Todo había iniciado, por aquella maldición que invadió Gótica siglos atrás, donde muchos grupos del infierno se encargaban de atormentar la ciudad.

Pero, sobre todo, había seres que regían esta, seis seres que se encargarían de acabar con lo que se cruzara en aquella noche oscura de luna llena, y que sin que los demás lo supieran, vivían con ellos el resto del año, siendo  alabados, e idolatrandolos por su belleza exagerada.

Estos eran los Wayne, un grupo creado tiempo atrás por Bruce Wayne, quien, por casualidad o no, los volvió una "familia", convirtiéndolos en el único de la ciudad, porque realmente está "familia" era única, y  volviéndose invencibles. No había ser mortal o inmortal que se metiera con ellos. Y si algún valiente lo intentaba, no vivía para contarlo.

Bruce Wayne, aquel inmortal hechicero que tenía un pacto importante con el diablo, y que gracias a esto, conoció a su primer pupilo.

Conocido por su nombre mortal como Richard Grayson, el hermoso incubo que podía conquistar el mundo infamico por su oscura belleza, tan precioso que ni los ángeles se le resistían, solo hubo un ser que se le resistió una vez, por el cual descubrió que había más que él deseo, a él no sólo lo deseaba, este era el segundo pupilo de Bruce.

El segundo pupilo, Jason Todd, mortal al inicio, vampiro después de una mala noche. Un glorioso y hermoso vampiro, que no necesitaba más que una mirada para conseguir lo que quería, sangre por ejemplo. Y, completamente enamorado del demonio. Fue espiado una noche de cacería por el tercero.

El tercer pupilo, fue el único que buscó unirse al equipo desde que lo reconoció, Timothy Drake como nombre mortal. Que, creíble o no, este se volvió un hermoso elfo oscuro, el más bonito en su especie, que necesitaba un cierto rango de almas para continuar siendo uno, aunque con la ayuda de Bruce, no eran tan necesarias.

El último y más reciente pupilo, Damian Wayne, Bruce lo acogió desde que nació, un pequeño hombre lobo, hermoso con aquella fiereza lobuna que lo convirtió en lo que ahora es. Pero que para su desgracia, y para no envejecer al igual que sus hermanos, tenía que cazar aquel treinta y uno de Octubre.

Dick Grayson, el primer pupilo, salia de aquel sueño de dos días entre los brazos de su amado, y se estiraba mirando sus enormes y preciosos cuernos a través del espejo, sonreía, mirando sus colmillos crecer, y verse a él mismo, volviendo a su forma original. Tan caliente, que justificaba la atracción de cualquiera hacía él. 

Se encontraban emocionados, las tradiciones siempre les animaba a todos en la mansión.

Al finalizar la noche, todos entrarían al bosque con sus almas y cuerpos conseguidos, bailando alrededor del fuego, e invocando al demonio para compartir el festín, eso era parte del trato, y si Dick tenía que ser honesto, le alegraba cenar con él.

Luna Llena en Gótica Donde viven las historias. Descúbrelo ahora