1.3. feelings.

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estaba que reventaba de emoción. brendon me había invidado al concierto que tenía hoy en la ciudad y no podía con la felicidad que sentía internamente. toda la mañana y parte de la tarde me la había pasado bailando por el living y la cocina, no podía con tantas emociones dentro. quería gritar, correr, saltar; dentro de poco, media hora para ser exacta, sería el comienzo del concierto. sarah también había venido (obviamente) y a ambas nos dieron unas pulseras vip con las que teníamos pase a cualquier rincón del estadio y estábamos en primera fila pero en un lugar reservado donde no había ningún fan que pudiera molestarnos o algo, según dijo el tipo de seguridad que nos trajo acá. nunca había tenido la oportunidad de asistir a algún show de panic! y la verdad era que me encantaban sus canciones (especialmente su cantante) y moría por escucharlo cantar en vivo. aunque ya me haya dado algunos mini conciertos en el living de mi dulce hogar.

el tiempo corrió y ya estaba a segundos de presenciar toda la magia que el increíble brendon urie derramaba en el escenario. mi celular vibró y se encendió en mi mano.

brendon.
¡estoy nervioso!

mike perdió mi
zapato pero ya
lo recuperé.

¡espero que la
pases bien!♡

UN MALDITO CORAZONCITO. BRENDON URIE ME PUSO UN DESGRACIADO CORAZONCITO EN EL MENSAJE. estoy segura de que voy a morir o colpasar aquí mismo y ahora. okay, actúa normal.

yo.
tranquilo, estoy
segura que lo
harás genial.

eso fue demasiado borde, ¿no?
necesito enviarle algo más pero no quiero exagerar demasiado o que crea que me importa (que me importa muchísimo).
¿qué emoji puedo enviarle? ¿es demasiado un corazón igual al suyo? quizás no, quizás lo puso porque esto es algo importante para él y me mira como una fan más. okay, eso fue triste y se escuchó muy fracasado.

yo.
¡suerte! ♡

sin siquiera esperar una respues bloqueé de nuevo me celular y suspiré nerviosa y con el corazón acelerado. este hombre me iba a matar alguno de estos tantos días. miré a mi alrededor y miles de fans hablaban, lloraban y se abrazaban entre ellas. sonreí feliz. esto era increíble. algunas me saludaban de lejos y, confundida, pero alegre, les devolvía el saludo. yo no era ninguna celebridad ni mucho menos, pero el pasar tiempo con los urie y la banda era lo que me convertía en alguien conocida para el fandom. no me molestaba para nada, no me hacían nada malo. obviamente siempre había cierto número de fans que me odiaban y dejaban comentarios feos en mis redes sociales pero eran más los positivos y me concentraba en esos; como el día que brendon subió fotos conmigo a su perfil.

-¿qué no te cansas de sonreír?- la voz de sarah me sacó de mi pequeña burbuja. me giré un poco para mirarla de pie a mi lado, con una sonrisa, mientras negaba.

-no, la verdad es que no puedo evitarlo. estoy emocionada. ¡me siento como las fans!- exclamé moviéndome alegre y llena de energía. sarah se rió -esto es genial.

-al principio estaba igual que tú pero con el tiempo me he acostumbrado.- se encogió de hombros bebiendo de su agua fría.

las luces bajaron su intensidad y un pequeño sonido se escuchó por todas partes a conjunto de los gritos de las fans. una figura, ya muy bien conocida, se vió entre la oscuridad y los gritos aumentaron más si es que eso era posible. me apoyé en la barra de metal del balcón en el que estábamos y apoyé mi mentón en la palma de mi mano. ahí estaba él; con unos de sus típicos jeans de cuero ajustados, una camisa negra y un saco dorado con detalles negros. se veía... increíblemente hermoso. no podía dejar de mirarlo. de sentir la energía con la que estaba en el escenario, la facilidad de moverse por todos lados y seguir cantando, escuchando su preciosa voz cantar death of a bachelor con tanta pasión y felicidad... me encantaba. quería pero no podía alejar mis ojos de él. tenía toda mi atención y estaba embobada mientras le seguía con la mirada, sonreía, me movía junto con la canción y disfutaba del show que brindaba. no quería que terminara nunca. se deselvolvía con tanta naturaleza en el escenario, era suyo completamente. transmitía adrenalina, emoción y muchísima felicidad. estaba segura que no era la única que lo sentía.

BRENDON URIE: IMAGINESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora