siempre fui de las personas que respetan relaciones, que buscan tranquilidad y que quieren que las cosas sean como deben ser; pero este último año todo se me salió de las manos. no sé en qué momento, no sé cómo ni por qué..., pero terminé enamorada del esposo de una de mis mejores amigas. estaba loca, estaba perdiendo la cabeza. ¿cómo se me ocurre hacer eso? no, es que ni siquiera se me ocurrió, ¡solo pasó y ya no puedo evitarlo! mis sentimientos son grandes y puros. pero también son peligrosos. siempre tengo que cuidar lo que hago, medir mis emociones, cuidar mis reacciones y ser inteligente al hablar. primero pensar, después actuar. era mi primer regla. ¿la segunda? no meterme en la relación entre sarah y brendon. fácil.
•
terminé de arreglarme y suspiré frente al espejo. hoy quedé de juntarme con sarah en el centro comercial porque quería que la ayudara a comprar unas cosas de decoración para su casa. la casa donde vive con brendon, su esposo. okay, debo dejar de torturarme y recordarme estas cosas. ¡no! tengo que seguir haciéndolo y sacarme a ese hermoso hombre de la cabeza. eso es lo que debo hacer siempre.
la pantalla de mi celular se encendió dejándome ver que tenía una notificación.
sarah♡.
hey, decidimos
pasar por ti,
baja en cinco.
yo.
¿qué? ¿cómo?
¿por qué?
sarah♡.
no preguntes
y solo baja en
cinco minutos.
en realidad fue
porque parece
que va a llover
y hay que
ahorrarnos los
problemas de
la lluvia ¿si?
yo.
okay, bajo en
cinco.
salí de mi departamento y, después de prepararme física y mentalmente para volver a ver a la cara a la esposa del hombre del que estoy enamorada, bajé a la primer planta del edificio para esperarla en la entrada. seguro no tardaba en llegar, sarah siempre era puntal. miré a través de los grandes cristales del edificio y si, ella tenía razón, el cielo estaba nublado y era muy probable que lloviera en cualquier momento. quise subir de nuevo a mi hogar para ir por alguna chaqueta y cuando decidí enviarle un mensaje diciéndole que yo podía irme en mi auto, ella me envío uno diciendo que estaba afuera. bufé, acomodé mi ropa, y salí del edificio despidiéndome de lucas, el chico amigable de recepción.
esperen... ¿ella dijo ''decidimos"? ¿con quién más viene? ay no, por favor que no sea brendon, que no sea brendon, que no sea brendon.
subí a la parte trasera del auto.
es brendon. maldita sea. ¡creí que sería una tarde de chicas! ¡eso no involucra a su bello y talentoso esposo! agh, odio esto.
-hola chicos.- saludé fingiendo una sonrisa alegre, como las de siempre. no es que estuviera molesta, es que brendon me ponía nerviosa y cuando estaba cerca suyo sentía como si pudiera escuchar mi corazón latir con fuerza, leer mis pensamientos sobre lo bello que era, escuchar mi respiración agitada y notar lo nerviosa que me ponía hasta el punto de temblar ligeramente. ¡no era posible!
-hey, te ves bien.- me sonrió él dándome una rápida mirada antes de poner el auto en marcha de nuevo.
-¡es verdad! tienes que decirme donde compraste esos jeans, son geniales.- apoyó sarah girandose en el asiento para mirarme igual de alegre y radiante como siempre. era tan buena persona, no se merece lo que estoy haciéndole. no está bien sentir algo más que amistad por la persona que ella ama con todo su corazón.
idiota, idiota, idiota.
-uhm, gracias. ustedes también se ven genial.- dije sincera. y antes de ponerme a pensar abrí la boca -¿por qué vino brendon?- me di cuenta que no se escuchó como quería y comencé a hablar de más como cuando me pongo nerviosa -digo, no es que no quiera que venga porque por mí puede venir cuando le dé la gana... digo, está en todo su derecho, es genial, e-es que me cae bien y no quiero ser grosera pero habías dicho que solo iríamos nosotras y, brendon, no es que te esté corriendo pero pensé que sería una día de, ya saben, chicas.- hablé tan rápido que apenas y pude entenderme yo misma. se miraron entre ellos y comenzaron a reírse de mí.
