p r o b l e m s

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Y ahí entendí todo
El problema no era yo
Tampoco era la solución
O siquiera parte de aquello.

Solo era un espectador más, uno de aquellos que llora en las películas de desamor sin que le hayan roto el corazón.
Uno de aquellos que, a pesar de saber que es falso, lloran.
Lloran como si fuera la última vez que lo pudieran hacer.
Lloran desgarrados.
Lloran en silencio.
Lloran en la oscuridad porque piensan que no son dignos nisiquiera que el sol los escuche.
Creen sentir menos peso en cada lágrima que se desliza por su mejilla.
Pero nada de lo que sienten es cierto, creen encontrar la solución a sus problemas con simples llantos.
Qué crédulos!

Vivimos, aparentemente, en un mundo sin lógica, donde los niños se curan con un caramelo, donde el perdón está en un simple abrazo, donde decimos "si no lo recuerdo, no pasó" pero qué tontería la nuestra de encontrarle una forma fácil a todo, qué tontos nosotros al creer que somos un problema, pero somos más tontos aún si creemos poder darle solución a los problemas del otro.

P I J A M A S    D E    P A P E LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora