El sonido de un sollozo le llamó la atención. Recorrió el lugar con la mirada hasta encontrarse con un pequeño cuerpo hecho bolita en una esquina. Miró a su muñeca con pena para luego dejarla en una estantería del salón y caminar lentamente hacia la frágil personita.
— ¡Hola! ¿Por qué lloras?— Minji la miró girando levemente su cabeza.
La niña levantó la mirada dejando al descubierto sus mejillas rosadas e hinchadas por el llanto. Sintió vergüenza de que alguien la viera de esa manera y rápidamente escondió su rostro entre sus piernas nuevamente.
—No es nada, estoy bien.
Minji la miró incrédula, era obvio que la niña le mentía.
—Oye, mi mama dice que mentir es malo— Un pequeño puchero se escapó de sus labios.
—¡No miento!— Exclamó la niña parándose de un salto con el entrecejo fruncido.
—Wow eres muy alta— Minji quedó fascinada con la altura de la niña contraría. Al instante se arrepintió de lo que dijo al ver que más lágrimas caían de su rostro —Oh lo lamento, dije algo malo?— La preocupación era evidente en su tono.
—No me gusta ser alta, por eso se burlan de mí— Susurró débilmente frotándose los ojos con la manga de su suéter.
Minji se quedó estática. ¿Cómo alguien podría burlarse de una niña tan linda?
—Solo lo hacen porque tienen envidia— Dijo seriamente.
La otra niña levantó la cabeza con las mejillas de un tono rosado.
—¿Tú crees?— La miró fijamente esperanzada.
—¡Claro que sí! Mírate, eres muy bonita— Dijo sintiendo calor en sus mejillas.
—O-hh gracias— Soltó tímidamente la pequeña con una sonrisa.
—Por cierto, no me has dicho tu nombre— Sonrió dando pequeños saltitos —Yo me llamo Minji— Dijo dulcemente mirando a la contraría.
—S-soy Yoohyeon— Dijo con un leve tartamudeo.
—Yoohyeon, lindo nombre— Caminó hacia ella para tomarle la mano —Ven, vamos a jugar antes de que termine el receso— Minji tiro de su nueva amiga y la condujo hasta donde había guardado su muñeca, jugaron y se divirtieron hasta que el timbre sonó, pero prometieron jugar juntas en cada receso.
Para Minji ese día fue especial, Yoohyeon nunca se enteraría de lo especial que fue para ella, Minji nunca compartió su muñeca con nadie, era solo suya, no era por mala si no, porque esa muñeca se la regaló su abuelita antes de ir al cielo, por eso nunca dejo que nadie más la tocara. Pero con Yoohyeon fue diferente, la niña le inspiró confianza desde el primer segundo, sintió una fuerte coneccion con ella y estaba segura de que lo mismo le pasó a la más alta. Desde ese día forjaron una fuerte relación de amistad y quién sabe quizás en un futuro algo mas.
⸙
ESTÁS LEYENDO
Bittersweet; jiyoo
FanfictionUna colección de oneshots y drabbles Jiyoo. Aviso: Actualizaciones lentas, básicamente cuando tenga inspiración y ganas jaja