5.

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Desde aquel día toda mi vida cambió.
Me quedé sola, pero hubo una persona que jamás me abandonó. Jiu. Ella es lo único que me queda, mi razón para seguir adelante con mis sueños.

No puedo imaginar una vida sin ella, sin ver su adorable sonrisa todos los días, sin tenerla a mi lado en cada momento.

Estoy feliz del regalo que me dio la vida después de todo lo malo que pase.

—¡Jiu, vamos es hora de irnos!

—Está bien, ya voy— La oí gritar desde la habitación.

Luego, vino corriendo hacia mi dándome un cálido abrazo. Le di un beso en la mejilla y tomé su mano para luego salir de la casa.

—Ponte el cinturon de seguridad— Le recordé cuando subimos al carro.

—Ya estoy grande para que me digas esas cosas— Dijo haciendo un leve puchero.

Solo reí ante su ternura y encendí el motor.

No pude evitar mirar el perfil de Jiu, siempre me hace recordar el pasado.

Luego de una hora y media llegamos. Recorrimos el lugar durante unos minutos. Luego caminamos de la mano hacia donde debíamos ir. Jiu llevaba un ramo de hermosas rosas blancas en su mano libre.

Llegamos e instantáneamente Jiu se arrodilló para colocar las flores y recitar algunas palabras. La observé y espere a que terminara perdida en mis pensamientos, preguntándome cómo serían las cosas si ese día no hubiera existido.

Volví a la realidad cuando escuché a Jiu llamar mi atención.

—¡Mami, mami es tu turno!

Le sonreí y me arrodillé a su lado. Suspiré y rece frente a la lápida de la persona que más amé en mi vida.

Kim Minji.

 

Bittersweet; jiyooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora