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Érase una vez en un Reino llamado Andalasia, había una Reina Malvada, egoísta y cruel que vivía aterrorizada de que su hijastro se casara y así ella perdería el trono para siempre, entonces ella utilizó todo su poder para evitar que el príncipe se encontrara con ese joven especial con el que compartiría el beso de amor verdadero.

-¡Victor! ¡Victor!. -llamaron los pequeños pajaros, Axel, Lutz y Loop, a un joven albino, de cabello largo- ¡Encontramos esto para tu muñeco! -dijieron cuando le entregaron un anillo.

-¡Gracias!, se verá fantástico -exclamó Victor.

-De nada -respondieron las hermanas, alegres.

-¡A un lado! ¡Tenemos que una cara que terminar mientras siga grabada en su cráneo! -dijo la pequeña ardilla, Pichit.

-Ya nos imagino juntos, bailando y...

-¡Estos son para sus ojos! -lo interrumpió uno de los conejos, Minami, mientras le daba dos Smoky Quartz.

-¡Castaños! ¡¿Cómo lo supiste?! Resplandecen como los suyos -comentó para colocarlos en la escultura y por finn terminarla- ¡Sí! ¡Ya está!

-¡Bien! Son todos tuyos - dijo yendo con el resto de los animales, que estaban esperando con ansias apreciar la escultura.

-Les presento a mi verdadero amor -dijo, girando la escultura, haciendo que sus compañeros puedan verla- mi príncipe, mi sueño hecho realidad -sus amigos lo miraron sorprendidos- ¡Oh! ¡No puedo creerlo! -exclamó al ver que faltaba algo.

-¿Qué? ¿Qué ocurre? -preguntó Pichit, tratando de descubrir que era.

-Olvidé ponerle sus labios -dijo desanimado

-¿Necesita tener labios? -preguntó Guang confundido.

-¡Claro! Cuando conozcas a tu verdadero amor, le darás el beso esperado -dijo, volviendo a dejarlos sorprendidos.

Mientras tanto, no muy lejos de esa pequeña casa, el príncipe Yuuri, fue a cazar con su acompañante Yakov.

-Victor, ¿tu piensas que tu amor verdadero existe? -le pregunta Pichit

-Claro que si, sé que debe estar en alguna parte -dijo para luego escuchar el relinchar de un caballo. Curioso se subió a la ventana, para averiguar de donde provenia ese sonido, pero al acercarse demasiado, resbaló, alertando al resto, de los que estaban en la habitación y cayó en los brazos del principe.

-Dios mío -comentó cuando vio al joven chico de pelo castaño- eres tú - susurró

-Eh... si soy yo -dijo sonrojado y con una sonrisa nerviosa el joven principe - y ¿tu eres?

-Vi-victor...

-¡Víctor! -exclamó con una sonrisa, cuando le tomaba las manos- nos casaremos en la mañana -dijo, para después irse dejando de escuchar los vítores de sus amigos.

Yakov, que había presenciado toda la escena con temor, regreso al castillo, sabiendo que era lo que le esperaba al pobre chico.

❅𝕰𝖓𝖈𝖍𝖆𝖓𝖙𝖊𝖉 ➳Yuri on IceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora