único.

300 49 18
                                    

BaekHyun se siente mareado. Por un momento cree que su pieza es la que da vueltas, pero es sólo su cabeza que ya está cansada de tanto pensar y pensar en las mismas cosas. Está cansado de seguir fingiendo que nada le importa, hacer como que no ha pasado los peores dos meses de su vida en este último tiempo. Y se odia porque su orgullo le ha hecho tomar las peores decisiones de su vida y no parece entender que querer demostrar que tiene la polla más grande no le ha servido ni le servirá de nada.

Lo va entendiendo ahora, ahí, tirado en el medio de su espaciosa cama, que claramente es demasiado grande para él. Todo el departamento le queda grande ahora, siente que su respiración rebota en las paredes, aunque a lo mejor es tan solo él exagerando las cosas como es habitual. SeHun siempre había criticado eso. Quizá por eso se había ido sin pelear, estaba cansado de escucharlo parlotear cosas sin sentido, de su manera de exorbitar hasta el gesto más mínimo con sus celos.

Celos.

Eran una reacción irremediable en él cuando SeHun estaba alrededor. Cuando salían de fiesta o simplemente a comprar a la tienda de la esquina, BaekHyun siempre hacía escenas de celos por cosas que no tenían ningún significado ahora que lo pensaba mejor.

¿Por eso SeHun se había ido? No había otra razón para el más bajo. Porque cuando llegaron esas fotos de su novio en los brazos de alguien más con su torso descubierto, llegaron a su propio celular y, demonios, ¿qué más podía pensar? Las pruebas estaban ahí, no era tan iluso después de todo.

Se agarra los cabellos con fuerza cuando la infernal escena vuelve a reproducirse en su cabeza, casi tan vivida como si estuviera ocurriendo en tiempo real. La noche anterior a esa fatal mañana habían estrenado la cama gigante que compraron por mero gusto, y por necesidad. Si había algo en lo que se conectaban al cien eran esas noches de sábanas arrugadas y gemidos ahogados. En la cama eran puro instinto, y el instinto a BaekHyun le venía bien. Por la mañana se levantó y las horrendas fotografías de su novio semi desnudo le cayeron como balde de agua fría, borrándole la sonrisa de un segundo al otro.

BaekHyun nunca había sido bueno para controlar sus impulsos, en verdad era puro y llano instinto. Y cuando la rabia se le subió a la cabeza no hubo nada que lo detuviera. Ni la innegable sonrisa de estúpido que SeHun ponía mientras que preparaba el desayuno, ni su espalda que aún llevaba marcas de su encuentro idílico.

Baek, ya tengo casi listo el desayuno. —Había canturreado alegremente su novio.

BaekHyun odiaba recordarlo.

Eres un puto mentiroso de mierda, ¿creías que nunca me iba a dar cuenta? —el grito resonó feroz por toda la cocina. SeHun se había dado la vuelta en estado absoluto de confusión, y en ese mismo instante BaekHyun quiso borrarlo de su vida para siempre. Le estaba viendo la cara de idiota, todo ese tiempo le había mentido como a un jodido imbécil.

No sé de qué estás hablando...

BaekHyun lo empujó cuando quiso acercarse. Cuanto deseaba que lo hiciera ahora, o que lo hubiera hecho de igual manera en ese momento, para calmarlo, para moldearlo y ponerlo en sus malditos cinco sentidos.

Oh, claro que sabes. Sabes muy bien de lo que te estoy hablando. —La garganta le ardía dolorosamente por las ganas de llorar. Le lanzó el celular con rabia y SeHun observó las imágenes negando segundos después.

Baek, esto... ¿quién te mandó esto? —primera pregunta equivocada.

El más bajo soltó una carcajada seca y llena de ironía: —Eso mismo me gustaría saber, ¿con quién me has estado engañando todo este tiempo?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 22, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Sentimientos Equivocados ✿ SeBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora