Casate Conmigo || Yoonmin (Adaptación) || TERMINADA

"La Normalidad No Es Para Nuestra Familia" Pt. 2

- ¡Papá! -gritó Lisa. Movió los brazos con energía y botó un vaso con bebida, derramando todo sobre el mantel nuevo.

-Lalisa, mira lo que hiciste -le regañó Jungkook. Era divertido ver cómo Taehyung se comportaba como un niño al lado de su hija, haciendo enojar a Jungkook. Yoongi rio conmigo, ocultando su sonrisa detrás de mí cabello, mientras sostenía a Rosé.

-Yoongi, detente o botarás a la niña -murmuré, sin mucho convencimiento.

-No le pasará nada.

Y eso era verdad, Rosé era la devoción de Yoongi, lo daba todo por ella. Y como hoy era su cumpleaños, no la soltaba ni siquiera para ir al baño, quería pasar cada minuto del día a su lado, a pesar de que Rosé llorara porque quería caminar y jugar con Lisa.

Era extraño estar todos juntos. Al final, Hyuna seguía con E'Dawn, Jungkook casado con Taehyung ante un impulso, Jin era muy amigo de Namjoon aunque todo el mundo sabía que había algo más, y Chnyeol, mi querido primo, al final había logrado vencer la timidez y se quedó con Baek. Era estupendo saber que mis mejores amigos estaban juntos, todos, y que ahora nos visitaran junto a mis padres y Hee en el cumpleaños de Rosé.

- ¡Papá! -volvió a gritar Lisa y esta vez lanzó un pedazo de pastel contra el rostro de Taehyung. Yoongi estalló en carcajadas, agradeciendo que Rosé fuera tan calmada y no una revoltosa como Lisa.

-¡Kim Lalisa! -exclamó Taehyung. Su grito despertó a Rosé, que se había quedado dormida hace poco, y se puso a llorar con ganas. Y Lisa la siguió.

- ¿Ya ves lo que haces, Taehyung? -Le regañó Namjoon-. Eres un desconsiderado, haces llorar a tu hija y a tu sobrina, que mal tío eres.

-No seas tan cruel, Namjoonie -replicó Tae.

-Pásamela -le dije a Yoongi en medio de la pelea. Al principio no quiso, pero terminó por entregármela al ver que Rosé no dejaba de llorar.

Rosé se quedó tranquila de inmediato y comenzó a jugar con mi cabello, como siempre hacia cuando la sostenía yo. Acarició mi rostro con sus manos y la besé en la mejilla. Era sorprendente cómo cada vez sus ojos se parecían más a los de Yoongi, y su cabello castaño también. Eran demasiadas coincidencias, e incluso llegué a preguntarle a Yoongi si no me había engañado con alguien, porque Rosé era su vivo reflejo. Pero siempre él me respondía que jamás se atrevería a mirar a otra mujer cuando estuvo más de la mitad de su vida enamorado de mí. Podrían pasar los años, pero ese lado cursi y romántico de Yoongi, me temía, que no se iría jamás. Aunque en parte me alegraba, eso significaba una discusión diaria, y una reconciliación también.

Pero sin duda, lo que más me gustaba, era cuando al final él me decía que no tenía ojos para nadie más porque me amaba demasiado, y también a Chaeyoung, y no se atrevería a destruir la felicidad que tanto le costó construir.

Era un romántico sin causa ni solución.

- ¡Las velas! -gritó de pronto Nayeon. Ver a mi hermana pequeña, ya adolescente casi adulta, era divertido, porque aún no podía quitarme de la cabeza esa vez que nos ayudó a mí y a Hobi a saber si Yoongi estaba celoso. Extrañaba esos años, pero también estaba emocionado por los que vendrían.

Si me ponía a recordar, habíamos cometido demasiadas locuras cuando jóvenes, más jóvenes que ahora. Era un exagerado e histérico, me arrepiento de haberme comportado tan frío en el cumpleaños de Yoongi y mostrarme indiferente ante su declaración, me arrepentía demasiado, por eso, trataba de hacer lo mejor para él siempre. Porque le amaba y nunca me había sentido tan seguro de algo.

Colocaron las velas en la torta y cántanos el cumpleaños feliz, Rosé no parecía emocionada, seguía algo asustada por todas las personas a su alrededor, estaba acostumbrada a mi presencia la mayor parte del día, a Yoongi por las tardes cuando llegaba del trabajo y de Nana y Holly, nuestras mascotas.

Yoongi y Lisa soplaron las velas por Rosé, y Taehyung estampó el rostro de Yoongi en el pastel. Jungkook estaba al borde del colapso y E'Dawn y Nmajoon no hacían más que reírse, mientras Baek intentaba limpiar a Yoongi.

Dejé a Rosé con Lisa para que jugara, se llevaban bastante bien y eso no le agradaba para nada a Yoongi, consideraba a Lisa como una amenaza. Decía que le quitaba tiempo de su hija. Un padre celoso y esposo también.

Miré a todos mientras comían pastel, y de repente, Yoongi me atrapó en sus brazos y me apartó hasta nuestra habitación.

- ¿Qué sucede, Suga? -inquirí, sentándome en la cama.

-Sabes, no lo hacemos tan mal como padres, ¿no lo crees?

-Pff... tú eres un súper papá, así que supongo que no -sonrió de medio lado y se arrodillo frente a mí. Me besó en los labios, con dulzura y me recordó esa vez en que me besó el día que comenzó todo esta locura. La diferencia, es que la primera vez me obligué a reprimirme por la rabia que sentía, pero ahora, dejé que mis labios respondieran por mí y se fundieran con el aliento de Yoongi.

-Estaba pensando... que Chaeyoung se podría sentir algo sola... -murmuró contra mi oído cuando nos dejamos de besar.

Lo miré por unos segundos y sonreí como tantas otras veces.

Sabía de lo que estaba hablando.

-Bien, pero que esta vez no se parezca a ti, o de verdad comenzaré a sospechar -el rio por lo bajo y me volvió a besar, esta vez, como si el mundo se fuera a acabar.