La Historia del Tu y el Yo

Epílogo

Alex

Esa mañana me desperté temprano deteniendome por un rato a contemplar el techo de mi habitación. Suspiré sonoramente sintiéndome cansada, a pesar de ya haber dormido por un largo tiempo. Obligué a mi cuerpo a moverse cumpliendo mi rutina diaria, bajé las escaleras sintiéndome un poco más animada. Mi madre me recibió en la cocina con la mesa puesta y el desayuno servido.
-¿Estás segura que debes irte? -dijo al instante en que tomaba una cucharada de cereal- puedes quedarte hasta el fin de las vacaciones. Te llevaré todos los días a la universidad, si es necesario, no tendrás que trabajar.
-Mamá, ya lo decidí y lo haré. Lo lamento, pero debo abrir mis alas y volar -dije haciendo como un ave con mis manos- volar... -rió suavemente procediendo a comer de su desayuno el cual no había tocado hasta ahora.
Me levanté de la mesa al terminar, limpiando el plato que había ensuciado para tomar una de las cajas que aún faltaban por entrar dentro del auto
-Vendré a menudo, mamá- dije cerrando la puerta del maletero al verla en la puerta con una mirada preocupada.
- No tienes que irte- susurró al yo darle un beso en la frente
- Pero quiero, sin ofender -dije rapidamente tomando las llaves del auto- ya tengo 20, mamá. Me regalaste un auto, sí, pero es mi momento de partir. Hubiera deseado quedarme más tiempo -dije con un falso tono melancólico- pero,¡Oh, vaya, pude comprar el apartamento! -reí suavemente- gracias por dejarme trabajar junto a ti, mamá. -ambas sonreímos abrazandonos sintiendo como mi corazón explotaría.
- Cuídate, cariño- dijo con un poco de ánimo- llámame apenas llegues
-Lo haré- dije, entrando al auto y empezando a dirigirme hacia mi próxima parada.

Me detuve frente a esa casa que conocía tan bien justo en el momento en que salía, bajé del auto esperando frente a la puerta del conductor. Ví como el ritual de despedida se repetía y sonreí cuando finalmente volteó a verme.
- ¿Ya nos podemos ir?
- Ahora sí
- Perfecto -sonreí, al fijarme que sus padres se habían metido a la casa aproveche para tomar su mano y halarla hacía mí dándole un pequeño beso- gracias por haberte quedado conmigo, Rebeca
- ¿Por qué no lo haría, tonta? -rió tiernamente depositando otro beso en mis labios para finalmente separarse de mí y dar la vuelta al auto quedando en el puesto del copiloto- Nos fuímos, pues- dijo entrando al mismo, yo imitando su gesto también entrando al auto.
- ¿Estás lista? -asintió confiada-
- ¿y, tú?
- Más que -sonreí encendiendo el auto- Allá vamos, mundo.

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Se ha terminadoooo, tan tan tan taaaaaan.

Quiero agradecerles a todos y todas que me apoyaron en este proyecto tan ambicioso (y laaaaaaaaargo).
A pesar de que demoraba mucho, cada capítulo era entregado con amor.

Espero y les haya gustado, sigo sin ser una buena escritora, pero me alegra el avance que hice durante la escritura de esta novela.

Los amo a todos, a todas y a todes (porque aquí no discriminamos).

Chau chau

Pd: No sé sí continue escribiendo novelas, tengo un par de borradores pero no son la gran cosa. Si cambio de idea lo sabran. Bye~♡