Eres prohibido//Sterek//

Cap.1: Hermosa criatura

El sol se abría paso entre la oscuridad de la noche, tiñendo el cielo con el color lavanda del amanecer, se respiraba en el aire el frescor de la mañana, pero en aquella casa, aun olía a fuego y a brasas, cada minuto que pasaba allí era un recordatorio de la tragedia que azoto esa casa y que acabo con la vida de muchas personas, cada mañana iba a allí, porque era más fácil vivir en los recuerdos y en la culpa, que intentar salir adelante, esas eran las mañanas del Alfa de la manada, sentarse entre las ruinas de la que un día fue su casa para hundirse en la tristeza y en el arrepentimiento.

-sobrino no es bueno que sigas viniendo aquí-dijo su tío a su espalda

-es lo que me merezco Peter, por mi culpa ellos ya no están aquí, me merezco esto

-si tu lo dices sobrino, pero yo te sigo diciendo que es hora de que sigas adelante, no podemos quedarnos en el pasado-dijo Peter tocándole el hombro-tienes que vivir Derek, salir del pozo de culpa en el que te has hundido, porque no intentas tener una relación con alguien

Como si eso fuera tan fácil, pensó Derek, no iba a mentir y decir que no había tenido alguna historia amorosa en su juventud, pero desde que paso lo de su familia, no se permitió conocer eso que se llamaba amor, quien podría querer estar con alguien como el, con un corazón tan frio como el hielo y duro como las piedras, era mejor la soledad, así no haría daño a nadie más.

-a que has venido Peter?

-estas de mal humor hoy, bueno solo quería decirte que anoche los centinelas vieron a unos lobos que no son de la manada rondando nuestro territorio, informaron que no hicieron nada extraño pero creo que no tendríamos que fiarnos

-diles que refuercen las guardias quiero una pareja de dos por zona y si los vuelven a ver que los detengan para saber que intenciones tienen-dijo Derek antes de salir de la casa, no sin antes dar una mirada de nuevo para la quemada estancia-donde esta Alex?

-en el rio con los demás jóvenes

-hay que llevarlo a casa, hasta que no sepamos de si esos lobos vienen en son de paz no quiero que salga sin compañía, ya sea tuya, mía o de un escolta

-eso no le va a gustar Derek, solo tiene 17 años y le estas cortando las alas, el necesita libertad

-el tiene que estar a salvo Peter, no está preparado para una pelea cuerpo a cuerpo, iré a buscarlo porque si te lo pido a ti lo mas seguro que no lo llevaras para la casa y diles a mis Betas de confianza que vayan para mi casa

Derek más que dispuesto fue a buscar a su único hermano que aún quedaba con vida, estaba en el río con los demás riendo y jugando en el agua, todos al ver al Alfa acercándose dejaron de reír y se quedaron quietos, pues sabían que si el Alfa estaba ahí era importante, pues nunca se acercaba al río, Alex al ver a su hermano gruño, verlo allí significa que volvería a estar aislado algún tiempo por alguna amenaza que en verdad no era tan importante como de estúpida eran en realidad.

-nos vamos a casa ahora

-pero Derek acabo de llegar, deja que me quede un rato con mis amigos

-no, nos vamos ahora mismo Alex y les recomiendo a todos ustedes que no se alejen del pueblo, hay unos lobos que no son de la manada rondando por aquí y no quiero un tragedia

Todos asintieron, menos Alex que miraba a su hermano retándole, algo inútil pues sabía que su hermano podría llevárselo en peso sujetándolo nada más que con una mano, pero aun así tenía que pelear por su libertad, ya no era un niño él podía cuidarse solo, era el lobo más rápido de toda la manada y podía ser tan fuerte como su hermano mayor, pero su hermano mayor lo seguía viendo como un niño que tienes que cogerle la mano para poder caminar sin caerse. Derek agarro a su hermano y se lo llevó, sin que le diera tiempo al menor de despedirse de sus amigos, lo arrastro hasta su casa sin decir una palabra.

-porque cada vez que pasa algo la primera idea que se te viene a la idea es encerrarme aquí?

-porque mi deber es protegerte Alex

-soy más rápido que cualquiera de tus centinelas y mas fuerte que tus dos Betas de confianza

-mira que seas más rápido te lo creo, pero no eres mas fuerte que Scott o que Theo jajajajaja

-Derek no puedes encerrarme aquí cada vez que pasa algo que al final no es ni una amenaza ni nada

-prefiero prevenir que curar, así que estarás aquí en casa y solo podrás salir en compañía de mí, de tío Peter o de alguno de mis Betas

-y tu solución es tenerme aquí como si fuera un ave enjaulada?

-si eso me garantiza que estarás a salvo lo hare Alex, eres mi único hermano y no quiero que te pase nada malo

-me puedo defender solo Derek

-no hay mas que hablar, ahora me voy al bosque para buscar algo de esos lobos

-te cuidado tu que te expones al peligro más que yo-dijo antes de irse a su habitación

Derek se transformo en lobo y corrió durante horas por el bosque, sin ningún resultado en su búsqueda, pero por lo menos estaba más tranquilo cuando corría por el solitario lugar, era como escapar de todo por unas horas, mientras estaba acercándose al arroyo escucho a alguien cantar con una melodiosa voz, no pudo resistir la curiosidad de conocer al dueño de tal bella voz, la siguió llegando a donde se formaba la cascada y lo vio, un ser hermoso y angelical, que se mojaba los pies delicadamente y cantando, Derek se quedo observando a esa misteriosa criatura que estaba delante de sus ojos, con cierto deseo de acercarse a él pero sin mover un solo musculo por miedo de asustarlo, pero no pensó que fuera ese extraño chico de piel blanca salpicada de lunares el que se diera cuenta de su presencia, solo lo miro con sorpresa con sus ojos de un color pardo mezclado con la miel, pero no huyo como lo haría cualquier otra persona, si no que se acerco con una sonrisa que Derek amo.

-hola-dijo-nunca he visto un lobo tan grande como tu

Derek con algo de recelo se acerco más a él permitiéndole que lo acariciara con suavidad su lomo, cuando sintió el tacto de sus suaves manos su corazón latió tan rápido que parecía que se le iba a salir del pecho y que hablar de su aroma, ese toque suave y dulce que se colaba por su nariz y lo volvía loco.

-eres muy suave, sabes yo no debería estar aquí, me escape de donde vivo porque no me dejan salir, para ellos soy alguien muy importante, pero necesitaba salir y respirar aire puro-dijo el chico-me llamo Stiles

Derek le gustaría mucho hablar con él, decirle su nombre, pero estaba transformado en lobo y si volvía a su forma humana lo asustaría, también porque estaría totalmente desnudo, Stiles era una criatura realmente bella, con un aura misteriosamente bella, sus ojos trasmitían inocencia y amabilidad, eran relajantes las caricias del pequeño humano, pero la tranquilidad fue destruida por unos gritos llamando al castaño, este suspiro como resignado.

-parece que ya me han encontrado, me da pena no poder pasar mas tiempo contigo, pero desde que lleguen me llevaran de nuevo a mi encierro, pero otro día volveré aquí a buscarte, ahora escóndete antes de que te vean y piensen que me estas atacando

Derek, con algo de resignación por separarse del castaño tan pronto, se escondió entre la maleza, dos hombres llegaron donde estaba Stiles, este chasqueo la lengua y se veía molesto.

-señorito no puede estar aquí-dijo uno de ellos-es peligroso que se aleje del templo

-solo vine a dar una vuelta, es agobiante estar allí siempre encerrado

-es por su seguridad aquí hay muchos peligros, mejor vuelva con nosotros al templo

-odio ese lugar con toda mi alma

Stiles se dispuso a irse, no sin antes a darle una ultima mirada a Derek que estaba escondido aun, dedicándole una última sonrisa, Derek quería correr detrás de él para llevárselo, quería que ese castaño estuviera a su lado todo lo que le pudiera quedar de vida, pero sabia que ir en este momento para secuestrar al castaño seria una locura, primero porque esos dos hombres podían atacarlo con las espadas que portaban y segundo quizás Stiles no veía con buenos ojos que un hombre lobo le dijera que era su pareja y que debían estar juntos.

Derek se fue para su hogar con el deseo de volver a verlo, de poder hablar con el y enamorarlo como se debía, pues por fin había encontrado lo que tanto había buscado, alguien que pudiera sanar su corazón malherido.